En casos extremos de enfermedad, el ser humano llega al punto de necesitar ventiladores mecánicos para poder respirar y mantenerse con vida, por eso suena bastante raro que por pudiera suceder lo contrario: Un grupo de científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison crearon un micro-cinta capaz de generar energía a partir de la respiración humana.
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¿Se imagina que sea la respiración humana la fuente de energía para hacer funcionar dispositivos mecánicos?
El profesor Xudong Wang, el investigador postdoctoral Chengliang Sol y el estudiante de grado Jian Shi han presentado en la revista Energía y Ciencias Ambientales una micro-cinta de plástico que vibra cuando pasa bajo ella un flujo de aire, por ejemplo, el de la respiración de un ser humano.
El proyecto de estos científicos se basa en la piezoelectricidad, un fenómeno que presentan algunos materiales, normalmente cristales, que cuando son sometidos a tensiones mecánicas (compresión o estiramientos) adquieren una polarización eléctrica que deriva en una diferencia de potencial y la aparición de cargas eléctricas en su superficie. En otras palabras, estos materiales generan una tensión eléctrica (voltaje) cuando son golpeados o deformados.
El profesor Xudong Wang, responsable de la investigación y docente del Departamento de Ingeniería de los Materiales, explicó que la cinta de polivinilideno (PVDF), acumula carga eléctrica según la tensión mecánica a la que es expuesta, que con bajo las dimensiones correctas podría suministrar energía para pequeños dispositivos electrónicos (como un manos libres bluetooth o un aparato auditivo, por ejemplo).
“Estamos produciendo energía mecánica a partir de un proceso biológico. El flujo de aire de la respiración humana, típicamente, está por debajo de los 2 m/s así que calculamos que si podíamos obtener láminas lo suficientemente delgadas como para que vibrasen con este flujo de aire, podríamos producir microvatios de energía eléctrica que podría aprovecharse para sensores u otros dispositivos implantados en la cara o en la cabeza de una persona”, precisó el académico.
Uno de los principales problemas de los MEMS (Sistemas Micro Electro – Mecánicos) es la imposibilidad de poder dotarlos de cierta autonomía puesto que se gastan. Este proyecto de transformador podría ser la antesala para convertir al ser humano en una constante fuente de energía, principalmente para dispositivos biomédicos y de salud, ya que se aprovechar la respiración humana, los latidos del corazón o la vibración provocada por el paso del torrente sanguíneo.
Fuente: Electricidad generada a partir de la respiración (Alt1040)