Antes y después, eso nos muestran las sorprendentes fotos de como en Nairobi, Kenya, la población más grande de Africa se dió a conocer al mundo por la transformación de su espacio y su comunidad, pasando de ser un lugar peligroso, sucio y abandonado a un ejemplo de prácticas sustentables, con el mínimo de gastos y hoy una fertil huerta de la que incluso sus pobladores pueden lucrar, y como si esto fuera poco la huerta es 100% orgánica.
Hace un tiempo un grupo de voluntarios se aventuró a entrar en la población de Kibera y luego de tres intensos meses de trabajo, hombres, mujeres y niños pasaron a ser parte activa de los cambios más radicales en una comunidad de riesgo social y extrema pobreza. Luego de levantar la basura, instalar sistemas de riego, sembrar y cosechar con los habitantes de Kibera, el interés de los pobladores se amplió al uso de recursos en sus hogares donde medidas para cuidar el agua, oyas brujas, reciclaje y reutilización pasaron a ser conceptos acuñados por cada familia. Con lo que sobró del riego, los pobladores de Kibera idearon largos tubos de plantar de pvc, para no tener que agacharse cien veces con las semillas a sembrar, eso si que es ejemplo de eficiencia energética! Y la huerta misma un ejemplo que ahora inspira en el resto de Africa y demuestra una vez más que se puede cultivar en todo espacio.
Link: Slum turned vegetable garden (via Observers France 24)