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Mis consejos sobre el Besugo

Hoy en el espacio semanal de Ana nos encontramos con unos interesantes consejos sobre uno de nuestros pescados preferidos, el Besugo.

El post de hoy surge tras mi paso esta tarde por la pescadería en busca de una buena pieza. Hablando con Enrique, mi maravilloso pescadero, me ha recomendado y sugerido que le dedique un “capítulo” a uno de los más apreciados pescados de la gastronomía española, y para mi gusto, uno de los más exquisitos: el Besugo.

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Antes de ir al grano y comenzar a hacernos la boca agua con sus diferentes y riquísimas maneras de prepararlo, voy a hablar un poco de él y de sus beneficiosas propiedades para nuestra salud. Es bueno que conozcamos (aunque sea un poco) lo que comemos, porque, aunque suene a tópico, “somos lo que comemos”, y por ello debemos comer lo mejor que podamos. Así que comencemos.

Características y propiedades

Recomendados

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  1. Es un pescado de invierno, la mejor temporada del besugo es durante los meses de más frío, de octubre a abril.
  2. Es uno de los pescados más magros, dentro de los conocidos cómo pescados azules, aportando más o menos unas 85 Kcal. por cada 100 gr. En realidad es un pescado especial, ya que durante los meses de invierno es considerado como pescado azul y el resto del año se considera pescado blanco.
  3. Como cualquier otro pescado es una magnífica fuente de proteínas, minerales y vitaminas (sobre todo las del grupo B). Estas vitaminas ayudan al aprovechamiento de los nutrientes energéticos cómo los hidratos de carbono, grasas y proteínas. En cuanto a su contenido en minerales, los más destacados son el potasio, el fósforo, el magnesio y el hierro.
  4. El único inconveniente que presenta para la salud se limita a quienes padecen hiperuricemia o gota, dado su contenido en purinas, que en el organismo se transforman en ácido úrico.

Cómo cocinar el besugo

La carne del besugo acepta muchas y exquisitas maneras de cocinado. Pero en mi opinión, al tener un sabor tan característico y tan excelente, las recetas menos elaboradas son las que mejor le van, ya que destacan sus propiedades naturales.

Besugo a la espalda: en mi opinión es la mejor, la más común y la más sencilla de las maneras de prepararlo. De hecho es como hoy lo voy a preparar para cenar. Una de las recetas que más me gusta es esta de Cocinavino.

Besugo a la sidra: uno de los más ricos y típicos platos asturianos. En La Sidra o esta otra de Hechos de hoy.

Besugo al horno: una de las más tradicionales maneras de preparar el besugo, sobre todo en Navidad. También muy fácil, cómoda y riquísima de El Aderezo.

Estas son mis tres recetas preferidas para cocinar este pescado tan bueno. Para acompañar al besugo os sugiero, aparte de un buen y típico vino blanco de Rueda, un vino tinto afrutado, ligero de cuerpo y levemente ácido. Pero si alguno de estos dos no os acaba de convencer, en uvinum, podréis encontrar otras recomendaciones con las que maridar el pescado.

Espero que os haya gustado mi pequeño homenaje a este delicioso “pececillo” y que os animéis a cocinarlo y disfrutarlo más a menudo. Yo lo haré esta noche, mmmmmm . . .

¡Hasta la semana que viene!

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