Durante años, las series dramáticas han abordado la maternidad desde lugares idealizados o edulcorados. Sin embargo, cuando una historia se atreve a mostrarla con crudeza —con miedo, culpa, agotamiento y presión social— el resultado puede ser profundamente inquietante… y adictivo. Eso es justo lo que logra All Her Fault, la miniserie psicológica que transformó la culpa materna en un thriller implacable y que hoy se perfila como una de las grandes favoritas rumbo a la temporada de premios.
Estrenada en Peacock el 6 de noviembre de 2025, esta producción de ocho episodios parte de una premisa tan simple como aterradora: el peor miedo de cualquier madre.
De una pesadilla cotidiana a un thriller que no suelta

La historia comienza cuando Marissa Irvine (Sarah Snook) llega a recoger a su hijo Milo, de cinco años, después de una supuesta tarde de juegos. Todo parece normal… hasta que la mujer que abre la puerta es una completa desconocida. No conoce a Milo, no había ninguna cita y, de pronto, el niño ha desaparecido.
A partir de ese momento, All Her Fault despliega una investigación que va mucho más allá de encontrar a un niño perdido. Ambientada en una comunidad acomodada de Chicago, la serie destapa secretos incómodos, tensiones de clase, dinámicas familiares rotas y, sobre todo, una pregunta brutal: ¿por qué cuando algo sale mal, la culpa siempre parece caer sobre las madres?
Marissa, una exitosa gestora de patrimonios hecha a sí misma, se convierte rápidamente en el blanco de sospechas, miradas acusadoras y juicios silenciosos. A su alrededor, la presión social se intensifica mientras la búsqueda avanza y las grietas del entorno “perfecto” comienzan a abrirse.
La culpa materna y el privilegio desde lo más incómodo

Adaptada de la novela bestseller de Andrea Mara (2021), la serie se inspira en una experiencia real de la autora, quien alguna vez acudió por error a la casa equivocada para un playdate. Aquello se resolvió en minutos, pero All Her Fault se pregunta qué pasaría si no fuera así… y construye un relato demoledor.
Uno de los grandes aciertos de la miniserie es cómo muestra que la mayor carga de la crianza recae casi siempre en la madre: ese rol no escrito en el que la carga emocional, mental y doméstica recae casi siempre en las mujeres. Aquí, la maternidad no es un pedestal, sino un terreno minado donde cualquier error (real o percibido) se paga caro.
En contraste con otros thrillers domésticos, la serie evita enfrentar a las madres entre sí. Al contrario, construye una alianza inesperada y poderosa entre Marissa y Jenny (Dakota Fanning), otra madre que se convierte en su única aliada cuando todo el sistema parece señalarla. Esta sororidad, nacida del trauma, es uno de los elementos más refrescantes y emotivos del relato.
Actuaciones premiables y un ritmo que golpea fuerte

Sarah Snook entrega una actuación contenida, visceral y profundamente humana. Su interpretación de una madre desbordada por el miedo y la confusión ha sido calificada como “digna de Emmy” por la crítica. Dakota Fanning aporta sensibilidad y firmeza, mientras que Michael Peña destaca como el detective Alcaras, cansado pero empático, y Sophia Lillis sorprende con una interpretación inquietante como la niñera que se convierte en la principal sospechosa.
El resultado es un thriller de ritmo adictivo, con giros constantes que cierran cada episodio como un golpe al estómago. No sorprende que la serie cuente con un 79% de aprobación en Rotten Tomatoes ni que haya asegurado cuatro nominaciones a los Critics Choice Awards 2026, además de dos menciones en los Globos de Oro.
Puedes ver la serie en Peacock si estás en Estados Unidos, y también está disponible en Prime Video en algunas regiones, además de otras plataformas como HBO Max, dependiendo de tu ubicación.

