Este ha sido un año decisivo para Kate Middleton, marcado por fortaleza, resiliencia y una serenidad que ha conmovido al mundo. Tras hacer público su diagnóstico de cáncer y atravesar un tratamiento complejo, la princesa de Gales no solo mostró un temple admirable, sino que reafirmó por qué es una de las figuras más queridas de la realeza británica.
Incluso en los momentos más difíciles, Kate mantuvo intacto su compromiso con su familia y, sobre todo, con sus hijos. Quizá por eso, este diciembre, todas las miradas se posaron en la princesa Charlotte: porque en ella muchos vieron reflejada esa mezcla de elegancia, dulzura y presencia que define a su madre. Y esta vez, fue un peinado el que lo dijo todo.
Durante el tradicional almuerzo navideño de la familia real en el Palacio de Buckingham, Kate Middleton y su hija Charlotte protagonizaron uno de los momentos más comentados de la temporada al lucir peinados coordinados con moño de terciopelo, una elección sencilla pero cargada de simbolismo.
Madre e hija apostaron por un recogido medio con ondas suaves, coronado por un lazo, un estilo clásico que transmite sofisticación sin esfuerzo. Kate eligió un moño negro de gran tamaño, mientras que Charlotte, de apenas 10 años, llevó uno más estrecho en tono borgoña, perfectamente alineado con su vestido rojo de terciopelo.
El peinado que confirma que el estilo también se hereda
El llamado half-up hairstyle se ha convertido en una de las señas de identidad de la princesa de Gales: femenino, atemporal y fácil de adaptar a cualquier edad. En el caso de Charlotte, este look marca una evolución natural en su estilo. Hasta ahora, la joven princesa había optado por coronas de trenzas o recogidos más infantiles, pero poco a poco comienza a adoptar versiones más maduras, claramente inspiradas en su madre.
No es la primera vez que Charlotte luce este peinado. A inicios de diciembre también lo llevó durante el concierto navideño Together at Christmas en la Abadía de Westminster, consolidando el lazo de terciopelo como su nuevo accesorio favorito. El detalle no pasó desapercibido: lejos de verse forzado, el look resultó delicado, festivo y perfectamente adecuado para su edad.
Moños, balletcore y el encanto del “mini me” real
Más allá del gesto madre e hija, el peinado conecta con una tendencia clara de 2025: el regreso triunfal de los moños al cabello. Impulsados por la estética balletcore, los lazos dejaron de ser exclusivos de niñas para convertirse en un accesorio clave en looks femeninos y elegantes. Kate y Charlotte lograron el equilibrio perfecto: coordinar sin caer en lo idéntico.
Expertos en imagen coinciden en que este tipo de estilismos funcionan porque crean una “armonía visual” familiar. Al combinar el moño de Charlotte con el de Kate y los tonos de las corbatas de William y sus hijos, la princesa de Gales refuerza una imagen de unidad sin necesidad de uniformidad. Es un truco sutil, pero poderoso, especialmente frente a las cámaras.