Este 2025 está a punto de cerrar con una imagen que pocos esperaban ver. Anna Kournikova, fiel defensora de la discreción y la vida privada, fue captada recientemente en Miami mostrando como nunca su pancita de embarazo.
La extenista rusa y Enrique Iglesias está a punto de dar la bienvenida a su cuarto hijo, y todo indica que el gran momento podría llegar antes de que termine el año.
La escena ocurrió en una salida cotidiana, lejos de alfombras rojas o eventos públicos. Anna fue fotografiada junto a su hija Lucy, de 7 años, durante una tarde de compras madre e hija, a solo días de Navidad y muy cerca del cumpleaños de los mellizos Lucy y Nicholas. Sin embargo, esta vez hubo un detalle que marcó la diferencia: por primera vez en meses, Anna no intentó ocultar su embarazo.
Anna Kournikova a punto de dar a luz
Durante gran parte de esta dulce espera, Kournikova ha optado por ropa holgada, sudaderas amplias y camisetas estratégicas para evitar miradas indiscretas. Incluso en salidas escolares o paseos familiares, su pancita permanecía cuidadosamente fuera de foco. Esta vez no fue así.
Vestida con jeans grises de corte baggy, una camisa negra abierta y una camiseta ajustada que dejaba apreciar claramente su vientre, Anna caminó con total naturalidad, despreocupada y enfocada en su rutina. Completó el look con tenis deportivos, gafas oscuras y el cabello recogido en una coleta alta, manteniéndose fiel a su estilo cómodo y sin artificios. No hubo poses ni intentos de esquivar cámaras: solo una mujer viviendo una etapa clave de su vida.
El contraste con apariciones anteriores fue inmediato. En meses pasados, había sido captada cubriéndose con mochilas, bolsas o prendas amplias. Ahora, el mensaje fue distinto. Su pancita avanzada confirmó que se encuentra en la recta final del embarazo y que el nacimiento podría ocurrir entre finales de 2025 y principios de 2026.
Un embarazo vivido en silencio y a su manera
La noticia del cuarto hijo de Anna Kournikova y Enrique Iglesias fue confirmada a finales del verano por fuentes cercanas a la pareja. Desde entonces, ella ha optado por el mismo camino que ha marcado su vida en los últimos años: pocas apariciones, cero declaraciones y absoluta prioridad a la familia.
La pareja, que inició su historia en 2001 tras conocerse en el videoclip Escape, ha construido un hogar lejos del ruido mediático. Ya son padres de los mellizos Nicholas y Lucy, y de la pequeña Mary, y ahora se preparan para lo que ellos mismos han descrito como un “caos controlado”, una dinámica familiar donde el amor y la estabilidad están por encima de cualquier titular.
Quienes conocen de cerca a Anna aseguran que está disfrutando esta etapa con plenitud. Su vida hoy gira en torno a la crianza, la rutina familiar y el bienestar emocional de sus hijos. Lejos quedaron los días de competencia, lesiones y exigencias extremas que marcaron su carrera deportiva. Su retiro no fue una renuncia, sino una transformación.
Mientras algunos siguen preguntándose qué habría pasado si no hubiera dejado las canchas tan pronto, la realidad es que Kournikova encontró un propósito distinto, uno que hoy se refleja en la serenidad con la que vive este embarazo. No busca atención, pero cuando aparece, inevitablemente la genera.
Con el nacimiento cada vez más cerca, Anna y Enrique atraviesan la calma previa a un nuevo comienzo. Y aunque el mundo observa con curiosidad, ellos parecen tener clara su prioridad: seguir construyendo un hogar sólido, amoroso y, en la medida de lo posible, lejos del ruido. Porque si algo ha demostrado Anna Kournikova, es que incluso los gestos más simples pueden decirlo todo.

