Netflix no tardó en convertir The Witcher en uno de sus mayores fenómenos globales. Con Henry Cavill al frente como Geralt de Rivia, la serie conquistó al público gracias a su mezcla de fantasía, acción y un protagonista que parecía haber cobrado vida directamente de los libros y videojuegos. Por eso, cuando se anunció que Cavill dejaría el papel tras la tercera temporada, millones de fans reaccionaron con incredulidad y preocupación. La noticia de que Liam Hemsworth sería su reemplazo desató una tormenta de opiniones, memes y dudas sobre si el australiano podría estar a la altura del legendario White Wolf.
Aun así, Hemsworth decidió enfrentar el reto con determinación, disciplina y una transformación física que ha dejado boquiabiertos incluso a los más escépticos.
Una transformación digna de un cazador de monstruos

Reemplazar a Henry Cavill no era tarea sencilla. Sin embargo, Liam Hemsworth asumió el desafío con la intensidad de un auténtico brujo. Durante meses, el actor se sometió a un extenuante proceso de entrenamiento que combinó fuerza, resistencia y precisión. Su rutina incluía levantamientos de potencia, ejercicios funcionales, circuitos de alta intensidad y largas sesiones de esgrima.
“El entrenamiento físico comenzó casi de inmediato en Australia, antes de mudarme a Londres”, compartió el actor. “Luego vino el entrenamiento de esgrima: afinar los matices del movimiento y la postura. Cuando llegué al set, me sentía genial. La espada se sentía como una extensión de mi cuerpo”.
Detrás de su preparación estuvo su entrenador de confianza, Luke Zocchi, quien diseñó un plan enfocado no solo en la estética, sino en la funcionalidad del cuerpo. El objetivo: que cada movimiento frente a cámara se sintiera auténtico.
Además, Hemsworth adoptó una estricta dieta para ganar masa muscular y mantener energía constante durante los rodajes. Pollo, pescado, quinoa, aguacate y proteínas vegetales formaron parte de su rutina alimenticia, un equilibrio que le permitió mantener la fuerza sin sacrificar salud ni agilidad.

Entre la presión y el propósito: “No quiero replicar lo que Henry hizo”
Más allá de la transformación física, Hemsworth tuvo que enfrentar algo mucho más desafiante: la presión de reemplazar a un actor amado por millones. En una reciente entrevista, reconoció que el ruido mediático fue abrumador.
“Había mucho ruido y tuve que dejarlo de lado. Comenzó a convertirse en una distracción”, confesó. Para proteger su bienestar mental y su proceso creativo, decidió alejarse de las redes sociales. “No quería que nada de eso afectara mi manera de contar la historia que quiero contar. Amo hacer películas, amo actuar y, al final del día, eso es lo que importa”.
Lejos de intentar imitar a Cavill, Hemsworth se propuso construir un Geralt propio, con matices nuevos y una energía renovada. “No estoy tratando de replicar lo que Henry hizo. Quiero que mi versión sea fiel a la historia y auténtica para mí”, expresó con convicción.

Preparado para su propio legado
En la cuarta temporada, veremos a un Geralt en una encrucijada emocional, acompañado por Milva (Meng’er Zhang) y Jaskier (Joey Batey), mientras busca a su hija adoptiva Ciri (Freya Allan). “Ciri es la principal motivación de Geralt en esta temporada”, adelantó Hemsworth.
Con el estreno programado para octubre, The Witcher entra en una nueva etapa donde el reto ya no es reemplazar, sino reinventar. Liam Hemsworth, con su compromiso y pasión, parece más que preparado para enfrentar no solo a los monstruos de la pantalla, sino también a las expectativas del público.
Porque si algo ha demostrado su transformación es que Geralt de Rivia no muere con un actor: evoluciona. Y ahora, está listo para renacer con una fuerza distinta, pero igual de legendaria.

