La noticia de la muerte de Fede Dorcaz conmocionó a sus fans en toda Latinoamérica. Con apenas 27 años, el joven cantante argentino, que soñaba con conquistar al mundo con su voz y su sensibilidad artística, dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron. Su partida fue tan inesperada como dolorosa, pero su legado (su música, su energía y su pasión por el arte) permanece vivo.
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Poco antes de su fallecimiento, Nueva Mujer tuvo la oportunidad de conversar con él. En aquella charla, Fede se mostró lleno de vida, entusiasmo y esperanza. Habló de sus sueños, de los desafíos que enfrentó y de la emoción que sentía cada vez que subía a un escenario. Hoy, sus palabras resuenan con un significado aún más profundo: el de un artista que creyó en la magia de no rendirse jamás.
En esa conversación, Fede Dorcaz compartió cómo logró abrirse paso en la música tras el lanzamiento de su EP ‘Sí Tú Quisieras’, presentado en octubre de 2023. El material, compuesto por seis temas que “le cantan al amor”, fue el reflejo más puro de su esencia: romántica, sincera y apasionada.
Nacido en Argentina y criado en España, Fede supo combinar en su música las influencias de ambas culturas. Sin embargo, su historia artística comenzó en otro escenario: el de la moda. Con apenas 18 años, se mudó de las Islas Canarias a Estados Unidos para comenzar su carrera como modelo.
“Yo empecé en la moda. Me descubrieron caminando por la calle, en Barcelona todo fue superbién, gracias a Dios. Cuando tuve la oportunidad de vivir en Nueva York dije: ‘tengo ganas de que alguien me escuche cantar’. Y así empezó todo”.
A esa edad desfiló por primera vez para Armani, una experiencia que marcó su vida y que él mismo comparó con lo que sentía al cantar frente a su público.
“Mi primer desfile fue con Armani, tenía 18 años. Era un niño, el más joven de la pasarela, estaba muerto de miedo. Los nervios eran increíbles, pero esa sensación es muy parecida a la que tengo cada vez que me subo a un escenario y escucho a la gente gritar. Es algo que no tiene explicación, es impagable”.
Sus influencias musicales iban desde Chayanne, Sin Bandera y Luis Fonsi, hasta Enrique Iglesias, a quienes admiraba desde niño.
“Desde bien chiquito soy baladista”, decía con orgullo. “Me encanta cantar romántico. Siento que ese pop más romántico, aunque pasó por una etapa de silencio, está volviendo con fuerza”.
El “príncipe argentino”, como lo llamaban sus seguidores, había dejado atrás las pasarelas para dedicarse de lleno a la música, enfrentando cada obstáculo con determinación.
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“Tuve piedras en el camino. Pasaban meses sin que llegaran las oportunidades que quería, pero es un proceso. Lo único que no puedes hacer es rendirte. En el momento en que te rindes, ya sabes que no lo vas a lograr”.
Soñaba con ser un artista versátil, capaz de combinar balada, pop y reguetón, pero siempre manteniendo el corazón romántico que lo caracterizaba.
“Aunque sea joven, siento que nací en otra época. Me identifico con las letras de antes”.
Entre sus colaboraciones más recientes destacaba la canción “No Eres Tú” junto a Karen Méndez, cuyo video grabó en su natal Argentina.
“Fue un sueño hecho realidad grabar este video en mi país. Es como una película de amor, y hacerlo junto a una artista tan talentosa como Karen fue increíble”.
En aquella charla, Fede habló también de su visión sobre la música y el impacto que podía tener en la vida de las personas:
“Con la música y los mensajes que los artistas compartimos podemos cambiarle el día a alguien, darle un momento de alegría o esperanza. Por eso, cada vez que canto, doy todo de mí”.
Antes de su partida, el joven artista celebró su cumpleaños en Tulum, planeaba participar en el Carnaval de Campeche y viajar a Los Ángeles para crear nueva música junto a Redmond, productor de artistas como Lady Gaga, Jennifer Lopez y Enrique Iglesias.
“A veces siento que todo esto es una película. No tenemos techo; los límites los ponemos nosotros. Si confías y das todo, las cosas increíbles suceden. Ese es el secreto”, nos dijo, con una sonrisa que hoy se recuerda con cariño.
Fede Dorcaz soñaba con llegar lejos, y de alguna manera lo consiguió. Porque cuando un artista deja el alma en cada nota, su voz nunca se apaga.