El protocolo, los carruajes y la pompa real suelen marcar cada aparición de la familia Windsor, pero incluso entre tanto glamour y ceremonial, los gestos sutiles no pasan desapercibidos. Durante la visita de estado del expresidente Donald Trump y Melania Trump al Reino Unido, cada sonrisa, cada inclinación de cabeza y cada movimiento de manos fue cuidadosamente observado. Sin embargo, hubo un instante que desató la polémica y puso a Kate Middleton en el centro de una conversación inesperada.
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Un encuentro cargado de formalidad y tensión
El recibimiento de los Trumps en los terrenos del Castillo de Windsor combinó tradición y ceremonial: procesión de carruajes, saludos oficiales y un banquete de estado cuidadosamente planeado. El príncipe William y Kate Middleton se encargaron de dar la bienvenida a la pareja estadounidense, escoltándolos frente a la Casa Victoria para encontrarse con el rey Carlos III y la reina Camilla. A simple vista, todo era el prototipo de cordialidad que caracteriza a la monarquía británica.
No obstante, lo que parecía un saludo rutinario se convirtió en el foco de atención en redes sociales. Un video captó a Kate acercándose a Melania Trump mientras Camilla Parker observaba. La conversación transcurrió con cortesías y sonrisas, pero un gesto sutil de Camilla -un movimiento con la mano y un ligero cambio de posición- hizo que Kate se apartara de inmediato. La princesa de Gales obedeció con una sonrisa ligera, pero su retiro fue suficiente para que la escena se interpretara como un desplante.
La reina consorte en el ojo del huracán
En cuestión de minutos, la grabación circuló en plataformas sociales y provocó una lluvia de comentarios. Usuarios calificaron a Camilla de “malvada” y criticaron el gesto como innecesario y grosero, destacando lo incómodo que debió ser para Kate ser la única que se retiró en medio del encuentro. Algunos defensores del protocolo argumentan que la acción pudo haber sido parte de la logística del evento: los carruajes estaban próximos a llegar y era necesario reorganizar a los participantes.
Aun así, muchos internautas no dejaron pasar la oportunidad de especular sobre la supuesta actitud de Camilla. “Pobre Kate, siempre siendo la discreta y respetuosa, y ella siendo malvada sin necesidad”, escribió un usuario. Otro señaló: “Ese gesto fue frío y calculador”.
Kate Middleton brilló como toda una princesa
Independientemente del incómodo episodio con la reina Camilla, Kate Middleton volvió a demostrar por qué sigue siendo la favorita de muchos dentro y fuera de la familia real. Radiante y guapísima, la princesa de Gales deslumbró en la cena de gala celebrada en honor a Donald y Melania Trump con un vestido de alta costura de la diseñadora británica Philippa Lepley, que combinó a la perfección con la icónica tiara Lover’s Knot, la preferida de Lady Di.
Cada detalle de su atuendo, desde el encaje delicadamente trabajado hasta los accesorios elegidos con precisión, reflejó elegancia, sofisticación y un porte impecable que contrastó con la polémica del día. Mientras los focos estaban puestos en los gestos y protocolos reales, Kate se erigió como la protagonista indiscutible de la noche, recordando al mundo que, más allá de cualquier tensión protocolaria, su estilo y presencia siempre hablan por ella.