París vibra esta temporada con más que luces y vestidos: Couture, el nuevo filme de Alice Winocour protagonizado y producido por Angelina Jolie, abre una ventana íntima hacia la resiliencia, el arte y la lucha personal.
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Jolie da vida a Maxine Walker, una reconocida directora de cine estadounidense que viaja a la Semana de la Moda en París justo cuando recibe un diagnóstico que cambiará su vida, un cáncer de mama agresivo.
El reto profesional es tan imponente como el personal, dirigir un documental para una de las casas de moda más emblemáticas del mundo mientras atraviesa un torbellino emocional.
Maxine está en pleno proceso de divorcio, es madre de una niña, y trata de mantener encendida su pasión artística, todo mientras lucha contra una enfermedad que pone en pausa su cuerpo, pero no su espíritu.

Más allá de la pasarela
Lo que hace única a Couture no es solo la historia que cuenta, sino la honestidad con la que lo hace. Angelina Jolie no actúa desde la ficción lejana, sino desde una experiencia profundamente personal, ya que en 2013 se sometió a una doble mastectomía preventiva tras descubrir que portaba el gen asociado al cáncer de mama y ovario.

Más adelante, en 2015 también le extirparon los ovarios como medida preventiva. La actriz tomó estas decisiones debido a que perdió a su madre, Marcheline Bertrand, y a su abuela a causa del cáncer. Así, Jolie se aseguró de reducir las posibilidades de contraer cáncer y que sus hijos no tengan que vivir lo que ella enfrentó.
Entonces, durante el estreno de la película en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF 2025), Jolie compartió un momento muy emotivo: recordó cómo su madre, ya enferma, le decía que lo que más dolía no era el cáncer, sino que la gente solo le preguntaba cómo se sentía, olvidando que era mucho más que su diagnóstico.
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Un espejo personal: Jolie enfrenta emociones propias en la ficción
La directora Alice Winocour construye Couture como un relato centrado en Maxine pero acompañado por dos mujeres clave: Angèle, una maquilladora con alma de escritora, y Ada, una joven modelo que recién comienza en el mundo de la moda. Tres mujeres y tres perspectivas que se entrelazan entre telas, luces, pasillos de pasarela y emociones muy humanas.

Del diagnóstico al diseño
En Couture, la moda no es solo un telón de fondo glamuroso. Es una metáfora de la identidad porque los vestidos, las telas y las costuras reflejan la dualidad entre lo que mostramos al mundo y lo que sentimos por dentro. Así como un vestido se ajusta, se transforma y se reinventa, también lo hace Maxine.
La cinta puede verse como una celebración de la complejidad de vivir, aún con miedo, aún con dolor. Es sobre mujeres que ríen, que se equivocan, que se abrazan, que no buscan vencer la enfermedad como si fuera un enemigo, sino aprender a convivir con la vulnerabilidad sin perderse a sí mismas.
Angelina Jolie ha dicho que esta película no va sobre el cáncer, sino sobre cómo vivimos cuando algo nos recuerda lo frágiles que somos. Es una historia que inspira sin sermonear, que emociona y que habla de esperanza sin dejar de lado la verdad.

Vivir entera
Couture nos recuerda que la fragilidad no es debilidad, sino parte de la vida, que no estamos solos en nuestros miedos. Y que cada persona, enferma o sana, famosa o anónima, merece ser vista como un ser completo. Angelina Jolie no solo brilla como actriz, sino como mujer que pone su experiencia al servicio del arte para sanar, compartir y acompañar.