Pamela Anderson y Liam Neeson no necesitaron demasiados esfuerzos para convertirse en la pareja favorita del público este verano. Durante la gira promocional de The Naked Gun, su complicidad y química fueron tan evidentes que los fans comenzaron a hablar de un romance real. Desde dulces gestos en alfombras rojas hasta apariciones con sus hijos, Anderson y Neeson parecían más que simples coprotagonistas en lo profesional.
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La idea de verlos juntos conmovió por una razón poderosa: ambos arrastran pasados dolorosos en lo sentimental. Liam Neeson perdió a su esposa, Natasha Richardson, en un trágico accidente de esquí en 2009, una herida que a 16 años de distancia sigue abierta. Pamela Anderson, por su parte, ha atravesado relaciones tóxicas, marcadas por la violencia y las adicciones. Verlos sonreír juntos fue como una bocanada de aire fresco, una señal de que siempre hay segundas oportunidades para el amor.
Sin embargo, cuando todos babeaban con esta pareja inesperada, surgieron las sospechas: ¿y si todo fue un truco publicitario para promocionar la película?

¿Amor real o truco publicitario?
Los rumores de romance explotaron tras el estreno en Londres, cuando Anderson besó cariñosamente a Neeson en la mejilla mientras él le rodeaba la espalda en la alfombra roja. Recientemente, TMZ aseguró que todo formaba parte de una estrategia orquestada por sus equipos de PR y Paramount, algo muy parecido a lo que sucedió con Sydney Sweeney y Glen Powell en Anyone But You.
Las especulaciones crecieron al señalar que, fuera de cámaras, Anderson y Neeson apenas coincidieron desde el final del rodaje hasta el inicio de la promoción. Supuestamente, las cenas románticas que Pamela confesó haber organizado -con velas, copas de vino y pan casero- habrían sido solo parte del guión promocional.
Pero pronto llegaron las voces en contra de esta teoría. People y Page Six citaron a fuentes cercanas que desmintieron tajantemente la idea de un montaje. “Es muy sincero lo que sienten. No van a posar juntos solo para fingir, no es propio de ninguno de los dos”, aseguró un informante.
Pamela, además, decidió cortar de raíz las dudas en su discurso en el Festival de Cine Americano de Deauville, en Francia, donde recibió el Deauville Talent Award:
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“No hago ni haré jamás trucos publicitarios. Eso sería una sentencia de muerte. Estoy impulsada por la autenticidad. Soy supersticiosa en lo que respecta al amor y no me siento cómoda compartiendo ni un ápice de mi vida romántica. No hay juegos tontos. Soy sincera”.
La magia de una química inesperada
Más allá de rumores y negaciones, lo cierto es que Neeson y Anderson lograron convencer al público de que entre ellos existía algo real. Su química en pantalla como protagonistas de la nueva The Naked Gun se trasladó fuera de los sets.
Neeson lo explicó de forma sencilla en una entrevista en Today: “Nunca había conocido a Pamela antes. Nos vimos en el set y descubrimos una química incipiente como actores. Dijimos: ‘Esto es lindo, no lo forcemos, dejemos que respire’. Y así lo hicimos”.
Lo que fascina de esta historia es que, más allá de si el romance es genuino o una ilusión mediática, Pamela Anderson y Liam Neeson han logrado conmover al público. Para muchos, ellos representan la posibilidad de reconstruir la vida tras el dolor: él, tras la muerte de Natasha Richardson; ella, tras relaciones turbulentas.
Y aunque los reportes se contradicen, lo cierto es que verlos juntos despertó una mezcla de nostalgia, ternura y esperanza en el amor maduro. Como dijo Anderson:
“Caeré enamorada una y otra vez en la pantalla, porque ese es mi trabajo. Si lo hacemos bien, ustedes lo sentirán. Ese es el mayor cumplido”.