Kate Middleton, la Princesa de Gales, siempre ha sido reconocida por su estilo de vida saludable, su disciplina y esa imagen impecable que la ha convertido en uno de los miembros más admirados de la realeza británica. Sin embargo, en los últimos meses, la estricta dieta que está obligada a seguir no solo ha llamado la atención por lo rigurosa que resulta, sino porque rompe con ciertas tradiciones y protocolos que, hasta hace poco, parecían intocables en Buckingham Palace.
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El tema cobra mayor relevancia tras el sorpresivo anuncio que hizo en marzo de 2024: Kate reveló que había sido diagnosticada con cáncer y que se encontraba en tratamiento de quimioterapia preventiva después de someterse a una cirugía abdominal mayor. Hoy, en remisión, la futura reina consorte ha tenido que adaptar su alimentación no por vanidad, sino como parte esencial de su recuperación y de su batalla por la salud.
La dieta de los miembros de la realeza

Durante años, la dieta de Kate Middleton estuvo influenciada por las normas impuestas en el Palacio. Según el chef real Darren McGrady —quien trabajó para la reina Isabel II y para Lady Di— existía una regla estricta durante las cenas: nada de carbohidratos pesados como papas, arroz o pasta. La razón era simple: la reina prefería sentirse ligera por la noche y evitaba cualquier alimento que pudiera resultar pesado al estómago.
Así, Kate, al igual que otros miembros de la familia real, tuvo que ajustarse a una alimentación donde predominaban las proteínas magras, pescados frescos y abundantes verduras de temporada. Tampoco era posible consumir mariscos durante viajes oficiales, para evitar riesgos de intoxicación, ni abusar de ajo o cebolla, ya que estos ingredientes podían resultar incómodos en compromisos públicos.
Sin embargo, con su diagnóstico, esas reglas quedaron en segundo plano: la dieta de la Princesa de Gales hoy responde a un objetivo mayor, fortalecer su sistema inmunológico y mantener la energía necesaria durante su recuperación.
Qué incluye la dieta estricta de Kate Middleton

Expertos en nutrición han explicado que, durante tratamientos oncológicos como la quimioterapia, es vital seguir un plan alimenticio antiinflamatorio y rico en antioxidantes. Kate estaría incorporando entre 10 y 12 porciones de frutas y verduras orgánicas al día, buscando la mayor variedad de colores para obtener diferentes vitaminas y minerales.
Entre los alimentos recomendados en su rutina destacan:
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- Proteínas magras y orgánicas: pollo, pescado fresco y legumbres.
- Grasas saludables: aguacate, aceite de oliva, semillas y frutos secos.
- Carbohidratos complejos en pequeñas cantidades: camote, arroz integral, quinoa y trigo sarraceno.
- Hidratación con electrolitos naturales: incluso se recomienda añadir sal del Himalaya en comidas y agua.
En contraste, la Princesa habría tenido que eliminar casi por completo alimentos como:
- Azúcar refinada.
- Harinas procesadas y trigo.
- Lácteos.
- Alcohol.
De acuerdo con nutricionistas, estas restricciones no solo ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, sino que también son clave para mantener fuerte el sistema inmunológico tras la quimioterapia.
Una lección detrás de la dieta de Kate Middleton

Aunque su dieta pueda sonar rígida, Kate Middleton ha dejado claro que la sigue no por estética, sino por salud. De hecho, ha confesado en varias ocasiones que disfruta cocinar en casa, preparar curry para su familia o incluso dejar que sus hijos se deleiten con pasta, uno de los platillos favoritos de la princesa Charlotte.
Este contraste entre el protocolo real, la disciplina médica y su lado más maternal y cotidiano, muestra a una Kate más humana, que busca equilibrar su papel de futura reina con el de esposa y madre que atraviesa uno de los retos más complejos de su vida.
Más allá de los titulares, lo cierto es que la estricta dieta de Kate Middleton nos recuerda que incluso en medio de las tradiciones más rígidas, la salud es lo primero. Su disciplina, su resiliencia y su capacidad para adaptarse a nuevas reglas alimenticias —aunque rompan con protocolos de toda la vida— hablan de una mujer que pone la vida por encima de la etiqueta.