Anne Hathaway es mucho más que una estrella de cine. Con una carrera impecable, un Oscar en su haber, y papeles icónicos como Mia Thermopolis o Fantine, se ha consolidado como una de las actrices más queridas, respetadas y versátiles de su generación. Su carisma natural, elegancia innata y estilo impecable la han convertido en musa de diseñadores, referente de moda y una figura que el público sigue con devoción.
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Y aunque está acostumbrada a los reflectores, Hathaway ha sabido marcar una clara línea entre su vida profesional y personal. Por eso, cada vez que aparece en público con su familia —especialmente con sus hijos, a quienes protege celosamente del ojo mediático—, el momento no pasa desapercibido.
Esta semana, la actriz fue captada en una extraña salida familiar por las calles de Nueva York. Pero más allá de su look encantador, lo que más llamó la atención fue su expresión: usuarios aseguran que Anne “se veía triste, o como si hubiera estado llorando”.
Una aparición poco común… y un gesto melancólico
Con un vestido floreado en tonos crema, rosa y azul, sombrero de ala ancha y sandalias, Anne Hathaway lucía tan elegante como siempre. A sus 42 años, sigue siendo sinónimo de estilo y carisma. Sin embargo, su expresión seria y ojos ligeramente enrojecidos no pasaron desapercibidos.
“Se ve como triste, o llorando”, “¿Todo bien con Anne?”, “Hermosa, pero se le nota diferente, como si hubiese llorado”, fueron algunos de los comentarios que inundaron las redes sociales.
Aunque en otras imágenes se le ve sonriendo levemente, muchos usuarios aseguraron que su semblante reflejaba algo más profundo, lo que generó preocupación entre sus fans.

El esposo e hijos de Anne Hathaway: una familia hermética
Desde su matrimonio con el productor y diseñador de joyas Adam Shulman en 2012, Hathaway ha mantenido su vida privada lejos de los reflectores. La pareja, que se conoció en 2008 a través de amigos en común, ha sido el ejemplo de una relación estable en Hollywood. Sin escándalos, sin dramas, y con una crianza completamente fuera del ojo público.
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De hecho, Hathaway rara vez habla de sus hijos o comparte detalles de su maternidad. “Soy muy protectora con ellos. No quiero que el público los conozca. Ellos no eligieron esta vida”, declaró en una entrevista. Por eso, verla en plan familiar es un evento extraño.
Una temporada intensa para Anne Hathaway

La reciente aparición de Hathaway podría estar relacionada con el cierre de un ciclo profesional intenso. La actriz acaba de terminar el rodaje de Verity, un thriller psicológico basado en la exitosa novela de Colleen Hoover. En esta cinta interpreta a una escritora envuelta en un oscuro misterio, un papel emocionalmente exigente.
Además, se prepara para producir y protagonizar Yesteryear, una comedia romántica que desarrolla junto a su esposo, bajo su compañía Somewhere Pictures. El proyecto trata sobre una influencer de estilo tradicional que oculta los aspectos menos idílicos de su vida familiar.
Puede que su semblante solo refleje el cansancio natural tras meses intensos de trabajo y compromisos.
Lo cierto es que, en medio del brillo de Hollywood, también hay momentos de pausa, vulnerabilidad y humanidad. Y aunque el público siempre espera verla radiante, incluso las estrellas más admiradas necesitan espacios para respirar, sentir y simplemente ser.