El drama con tintes de suspenso psicológico ha demostrado ser uno de los géneros favoritos del público en Netflix. Historias como The Maid, Luckiest Girl Alive o Unbelievable han captado a millones de espectadores por su capacidad de reflejar realidades difíciles con una intensidad que duele pero también conecta.
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En ese contexto, Straw, la más reciente producción escrita y dirigida por Tyler Perry, no solo llegó sin demasiado ruido, sino que escaló al número uno de lo más visto en la plataforma tras su estreno el 6 de junio. ¿La razón? Una historia humana, cruda y emocionalmente explosiva que encarna el sentimiento que muchos han experimentado: llegar al límite.
¿De qué trata Straw?

En Straw, Taraji P. Henson interpreta a Janiyah, una madre soltera que está en la cuerda floja emocional, física y económicamente. Con una hija enferma, un trabajo inestable y un sistema que no le ofrece red de apoyo, su día va de mal en peor hasta que se convierte en una auténtica catástrofe. Tras llegar a su empleo solo para descubrir que ha sido despedida, Janiyah se ve atrapada en medio de un robo armado que desemboca en un giro dramático y desesperado: desarma a uno de los atacantes y, en el pánico, también hiere de muerte a su jefe. Lo que sigue es una cadena de consecuencias cada vez más desoladoras.
La premisa es tan inverosímil como simbólica. Aunque Perry aclaró que la historia no está basada en hechos reales, sí está profundamente inspirada en las vidas de personas que viven al margen, que no son vistas ni escuchadas, pero que cargan el peso del mundo.
La representación de una verdad incómoda

Más allá del drama, Straw acierta al representar una verdad incómoda: lo caro que es ser pobre. Esa línea, expresada en uno de los momentos clave del filme, encapsula su esencia. Tyler Perry y su equipo construyen un relato que, aunque con elementos de ficción elevados, no pierde de vista su conexión con la realidad de millones de personas que viven con ansiedad constante, decisiones imposibles y nula contención social.
El reparto, que además de Henson incluye a Sherri Shepherd, Teyana Taylor, Sinbad y Rockmond Dunbar, da vida a una historia cargada de tensión, giros inesperados y una atmósfera que parece no dar tregua. Sin duda, Straw no es una cinta para relajarse, pero sí para reflexionar.
Emoción, caos y humanidad

Tyler Perry ha construido una carrera alrededor de historias potentes que oscilan entre el melodrama y la crítica social. En Straw, su sello está presente con una narrativa que arranca desde lo cotidiano y se transforma en una espiral emocional. Si bien algunas situaciones pueden parecer exageradas, lo cierto es que funcionan como metáforas de un sistema desigual que, al fallar, puede empujar a cualquiera al abismo.
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Con este título, Perry fortalece su alianza con Netflix y se reafirma como un narrador que no teme incomodar. Porque Straw no busca consolar ni ofrecer soluciones fáciles: su propósito es mostrar lo que ocurre cuando una mujer fuerte, resiliente, pero agotada, ya no tiene a dónde más correr.
Así que si aún no la has visto, Straw es ese tipo de película que no solo se mira, se siente. Porque todos, en algún momento, hemos estado —aunque sea un poco— al borde del colapso