El fenómeno de las series españolas en plataformas como Netflix no es casualidad. Durante los últimos años, la ficción ibérica ha encontrado la fórmula perfecta para conquistar a audiencias globales: tramas bien estructuradas, personajes complejos, dirección artística impecable y una mezcla deliciosa de géneros que las vuelve irresistibles. Desde thrillers como El cuerpo en llamas hasta dramas históricos como La Promesa o Las chicas del cable, estas producciones han elevado el estándar y han sabido adaptarse a los gustos de un público que busca algo más que entretenimiento: busca emoción, estética, historias poderosas y personajes inolvidables.
Y si hablamos de producciones que capturan todo esto en una sola entrega, La Favorita 1922 es, sin duda, la serie española que necesitas ver esta semana. Con solo 8 episodios, se ha posicionado rápidamente entre lo más visto de Netflix.
¿La razón? Su propuesta es tan envolvente como ambiciosa: una historia de mujeres adelantadas a su tiempo, ambientada en el Madrid de los años 20, con un despliegue visual impresionante y una narrativa que engancha desde el minuto uno.
‘La Favorita 1922’ tiene todos los elementos ganadores
Dirigida por Ramón Campos (Fariña, El caso Asunta), esta producción de Telecinco y Bambú Producciones (sí, los mismos de Velvet y Gran Hotel) recoge lo mejor del drama de época para ofrecer un producto de altísima calidad. En el centro de la historia está Elena de Valmonte (Verónica Sánchez), una marquesa sevillana atrapada en un matrimonio opresivo que, tras un trágico accidente, huye con su doncella Cecilia (Raquel Querol) a Madrid. Allí, ambas reinventan su destino al abrir un restaurante llamado La Favorita Bistró, en un intento de liberarse y crear una nueva vida lejos del pasado… aunque el pasado, por supuesto, no se quedará atrás.
Lo más fascinante es cómo esta historia de ficción está inspirada libremente en la vida de la Marquesa de Parabere, una mujer real que, en plena década de 1920, desafió las normas sociales y abrió uno de los restaurantes más importantes de la alta cocina en Madrid. Esta conexión histórica le añade una capa extra de interés a la serie, sobre todo para quienes disfrutan de historias con raíces reales.
Pero si algo logra poner a La Favorita 1922 por encima de otras ficciones similares es su exquisita puesta en escena. Cada secuencia es un festín visual: palacios de época, restaurantes majestuosos, callejones del viejo Madrid y una selección de vestuario que enamora. El arte y el diseño de producción no solo recrean fielmente los años 20, sino que aportan textura, color y profundidad emocional a la historia. Las protagonistas se visten con trajes diseñados al milímetro, dignos de una pasarela de época, mientras la dirección de arte convierte cada escena en una postal visual.
Y por supuesto, no podemos dejar de hablar de la comida. La Favorita 1922 convierte la gastronomía en su hilo conductor, con escenas en cocinas, platillos elaborados y recetas tradicionales que harán las delicias de cualquier amante de los fogones. La cocina, aquí, es sinónimo de resistencia, libertad y comunidad femenina. Es un lenguaje común entre las protagonistas, una forma de sanar y reconectar con sus sueños.
Una historia femenina, poderosa y actual
El punto más fuerte de La Favorita 1922 es, sin duda, su mirada femenina. A pesar de estar ambientada en 1922, sus temas son sorprendentemente actuales: el deseo de independencia, la lucha contra los roles impuestos, la sororidad entre mujeres y el poder de emprender. La química entre las protagonistas y su evolución a lo largo de la historia hacen que sea imposible no empatizar con ellas.
Con una mezcla adictiva de romance, misterio, drama social y comedia ligera, esta serie es una apuesta segura para quienes buscan una producción redonda, con alma y mucho corazón.
