El amor entre los actores Biby Gaytán y Eduardo Capetillo sigue intacto hace 32 años cuando juraron estar juntos por el resto de sus vidas. El camino andado no ha sido fácil, pero han sabido sortear las vicisitudes y elegirse como pareja cada día. Dice el dicho popular, que cuando alguien se casa, no solo es con la pareja, sino también con su familia, y la actriz ha encontrado en los Capetillo, especialmente, en su suegra un puerto seguro.
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María del Carmen Vázquez, madre de Eduardo, se convirtió en un pilar fundamental para Biby tras salir de Tabasco para radicarse en Cuidad de México, luego del matrimonio. Por supuesto, ella no reniega del amor de su progenitora, pero sabe valorar todo el cariño y la protección que su suegra la ha brindado todos estos años.
En una entrevista ofrecida al programa “De primera mano”, Gaytán contó cómo han sido estas décadas junto a Vázquez, a quien asegura ama tanto como a su madre. Ella tiene la dicha que muchas de sus fanáticas desean, ya que no cuenta con la suerte de una suegra amorosa.
“Es parte de mí, de lo que soy hoy en día”
Carmen Nació en una granja cerca de Sevilla, España. En una entrevista concedida al canal de Youtube Pastoral Juvenil Proyecto Jesús, contó que ella “es un milagro”, porque al nacer su madre estaba devastada por la muerte de uno de sus hijos. La madre de Capetillo nació en 1929 con mucha dificultad y estaba al borde de la muerte.
Fue entonces cuando su hermana mayor la envolvió en una manta y junto a su padre se fueron a una capilla de la Virgen del Carmen. El progenitor rogó por su vida y prometió que si sobrevivía, la bautizaría como Carmen, y ya han pasado 95 años de aquella noche. Cuando tenía 20 años migró a México, donde hizo su vida y tuvo cinco hijos. A sus 35 años enviudó.
Ella soñaba con ser artista, pero aunque Dios no le dio ese don, se lo concedió a sus hijos. Ahora la música y la actuación no solo están presente en su vida por sus hijos, sino también por su nuera Biby y sus nietos.
Biby adora a Vázquez. “Le tengo un gran cariño (a mi suegra), como tuve a mis papás lejos, mi suegra vino a suplir esa imagen también de mi madre. De ella he aprendido y la llevo en el corazón, porque siempre estuvo muy cerca de nosotros como matrimonio, de nuestros hijos.
Gaytán, además, acotó que “esto no quiere decir que yo a mi mamá no la ame y la adore con toda mi alma, pero tuve la oportunidad, las circunstancias así se dieron y tuve ese acercamiento con mi suegra que me enseñó tantas cosas”.