Silvia Pinal, la leyenda del espectáculo mexicano, fue inmortalizada en una pintura por el renombrado artista Diego Rivera, marcando un hito cultural en la mitad del siglo XX. El retrato, que se ha convertido en una reliquia, fue el resultado de un encuentro entre dos gigantes de la cultura mexicana, que se dio gracias a la intervención de un amigo en común, el arquitecto Manuel Rosen Morrison.
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Morrison, quien diseñó la mansión de Pinal en Jardines del Pedregal, le propuso a la actriz que visitara a Rivera en su estudio de Altavista, cerca de San Ángel, para que el muralista la retratara. Pinal, que en ese momento estaba en la cúspide de su carrera como actriz, aceptó la invitación, aunque al principio se mostró reacia a posar desnuda, como le sugirió Rivera.
La bella mujer acudió al diseñador mexicano Tao Itze, quien le confeccionó un vestido rojo con flores blancas, que resaltaba su hermosura y vitalidad. Rivera quedó fascinado con la presencia de Pinal, tanto en el escenario como fuera de él, y quiso capturar su esencia en el lienzo, mezclando estilos que reflejaban tanto la influencia europea como la estética indigenista.
¿Cuánto le cobró Diego Rivera a Silvia Pinal?
El retrato, que está firmado con fecha del 3 de noviembre de 1956, fue un regalo de Rivera a Pinal, quien lo conservó en su casa como un tesoro. La pintura representa no solo una expresión artística, sino también un testimonio de la admiración y el afecto que se profesaron dos figuras emblemáticas de México.
¿Quién fue Diego Rivera?
Diego Rivera fue un pintor mexicano realista, cubista y muralista mexicano conocido por sus obras que representan un alto contenido político y social en edificios públicos. Las obras de Diego y su esposa, la pintora Frida Kahlo, influyeron mutuamente en todo el mundo.