Escuchar el nombre de Dwayne Johnson es igual que un hombre grande, fornido y rudo, pero detrás de esos músculos hay un gran padre, que cada vez enternece a millones de seguidores con sus hermosas formas de estar presente en las vidas de sus tres hijas, en especial de las dos menores.
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El actor de Hollywood, a sus 50 años, en un gran cómplice de sus pequeñas Jasmine Lia (7) y Tiana Gia (4). Él no solo ha tenido grandes papeles en películas de acción, en donde dejar ver todo su poderío, sino también en la tranquilidad de su hogar se ha convertido en estilista y hasta modelo de maquillaje para complacer a las chiquillas.
Pero este domingo, 2 de abril, el momento fue verdaderamente emotivo que lo llevaron a contener las lágrimas. El motivo: un ritual samoano al que Jazzy, como le dice cariñosamente a Jasmine, se sumó espontáneamente.
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El artista tiene sus raíces samoanas, pues su madre Ata Maivia es pariente de una aristócrata familiar del rey de Samoa, en Oceanía. Se siente muy orgulloso de su ascendencia, por lo que tiene una gran conexión con esta tierra y ayuda a su pueblo, razón que le valió al exluchador la distinción de Seiuli, es decir, como uno de los grandes jefes de Samoa.
Y desde su tierra ancestral, el domingo, la segunda de sus hijas se unió el baile que estaba haciendo abuela. Él le dio la confianza que necesitaba para que ella comenzara a danzar frente a todos y que lo llenó de orgullo.
“Un momento de padre e hija que nunca olvidaré por el resto de mi vida. Mi niña de 7 años me preguntó si podía bailar nuestro Samoano Taualuga con su abuela. Caminé a Jazzy hasta allí y puedes ver lo tímida que era al principio, pero como yo - como todos nosotros - ella sintió ese maná y encontró su camino junto a su abuela para bailar”, describió el también empresario.
Además añadió: “El taualuga es nuestro gran baile final y es muy sagrado para nuestra cultura samoana y como ven a todos nosotros bailando alrededor de mi madre y mi hija - es nuestra manera de mostrar el máximo respeto a los que estamos honrando”.
Detalló cómo tuvo que retener su llanto: “Abran paso, aquí viene ella....Hombre, estaba luchando contra las lágrimas cuando me senté en cuclillas y abofeteé el suelo con mis manos - en nuestra cultura - una muestra definitiva de respeto y amor por su hija”.
Esta es una de las tantas veces que el actor ha quedado “pequeño” ante la grandeza de sus niñas. El video compartido por la estrella ya acumula más de un millón de “Me gusta” y más de 73 mil comentarios.
Sencillamente es momento fue mágico: ¡Tres generaciones bailando y viviendo su cultura juntas!.