A poco más de un mes de casarse en secreto en Las Vegas, Jennifer Lopez y Ben Affleck se juraron amor eterno por segunda vez este sábado 20 de agosto en una lujosa boda tradicional en Georgia.
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La pareja se dio el “sí” en una ceremonia celebrada en una espectacular propiedad de Affleck en Riceboro rodeados por celebridades, amigos, familiares y los hijos que tienen de relaciones previas.
No obstante, a pesar de que Lopez y Affleck se apegaron a lo clásico en su segundo enlace matrimonial, a los famosos no les importó romper con una importante tradición nupcial vigente.
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¿Qué tradición rompieron Jennifer Lopez y Ben Affleck en su segunda boda?
Se trata del conocido rito de que los novios no se vean antes del enlace. De acuerdo a la tradición, al menos un día antes de la ceremonia, la pareja no debe convivir porque “trae mala suerte”.
Sin embargo, aunque muchas parejas cumplen esto y se preparan para la boda por separado ya sea por superstición o incrementar las emociones de la boda, “Bennifer” no es una de ellas.
En imágenes obtenidas por Daily Mail, horas antes de su boda, los esposos fueron captados abrazándose y besándose en lo alto de los escalones de su mansión estilo plantación con 6,000 pies.
Un video del momento muestra cuando Lopez, vistiendo un vestido blanco, se levanta para recibir a su esposo con un beso luego de que este sube las escaleras de la vivienda, llamada “Casa Grande”.
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Tras las manifestaciones de afecto en la entrada del inmueble que el ganador del Oscar compró mientras estaba comprometido con Lopez en 2003, los novios entraron a prepararse para el enlace.
De esta manera, la cantante y el actor ignoraron la famosa tradición que reza que las parejas no deben verse antes de contraer matrimonio. Aunque, técnicamente, ambos ya estaban casados.
Cabe destacar que Affleck recientemente había puesto a la venta la propiedad de 87 acres por casi 9 millones de dólares, pero decidió conservarla y usarla para su fastuosa boda número 2 con López.
Los lujos de la boda de “Bennifer”
El glamoroso matrimonio de J.Lo y Ben Affleck tuvo un costo de 400 mil dólares aproximadamente y llevó meses de preparativos. De acuerdo al medio, el festejo en el que no escatimaron en lujos ameritó “la instalación de pistas de baile y el envío de cristalería, ropa de cama y muebles”.
Por otro lado, el color de la fiesta al parecer era blanco. Aunque no es lo usual, López mostró ser una novia muy diferente al pedir a los asistentes vestir de este tono. Asimismo, los arreglos florales que engalanaron los espacios en donde se celebró el matrimonio al aire libre también eran nevados.
La seguridad era inflexible en los alrededores. De hecho, los guardias en la entrada entregaron muñequeras a todos asistentes tras verificar sus nombres en la lista de invitados. Incluso hubo botes custodiando el río al que da a la propiedad. A pesar de esto, el periódico captó fotos de todo.
El diario se enteró que también se instalaron campanas nupciales y una pasarela blanca para que la novia hiciera la entada. El pasillo iba desde la terraza trasera de la joya de la propiedad hasta estar frente al río en donde se situó una marquesina para desarrollar ceremonia.
En el enlace como tal, la madre de Emme y Max dejó boquiabiertos a los presentes ataviada en un sofisticado vestido blanco de alta costura firmado por Ralph Lauren; mientras que el padre de Violet, Seraphina y Samuel derrochó elegancia en un esmoquin blanco y negro.
El evento en la finca rural finalizó con un gran show de fuegos artificiales. Entre los famosos que asistieron se encontraban estrellas como Matt Damon, Kevin Smith o Jason Mewes. Tanto el hermano menor del novio, Casey Affleck, como su exesposa, Jennifer Garner, estuvieron ausentes.
Tras el culto, los enamorados y los invitados fueron a otras de las construcciones de la propiedad a celebrar la recepción. Por supuesto, los tórtolos también se tomaron el tiempo para una sesión de fotos con la que inmortalizaron el especial día en su historia de amor.
