La exitosa telenovela mexicana María, la del barrio estuvo repleta de villanos que se empeñaron en hacerle la vida imposible a la entrañable protagonista, María Hernández.
PUBLICIDAD
No obstante, entre los muchos antagonistas de la exitosa producción de Televisa que se ganaron la aversión de los televidentes por sus maldades, sin duda alguna, se destacó Penélope Linares.
En el melodrama, protagonizado por Thalía y Fernando Colunga, esta joven es la ahijada de la recordada Guadalupe Linares, el ama de llaves de la acaudalada familia De la Vega.
Su madrina la contrata para que cuide de María de los Ángeles, la hija adoptiva de María y Luis Fernando De la Vega, mientras su patrona busca sin descanso a su hijo biológico perdido.
La llegada de Penélope, sin embargo, no resulta ser lo mejor para la familia. La niñera no solo maltrata a “Tita”, sino que además se enamora de su jefe y se convierten en amantes.
Cuando la noble protagonista descubre el amorío, despide a Penélope y solicita el divorcio a su infiel marido. Empero, él le pide perdón y acepta darle una segunda oportunidad.
Lejos de rendirse, años más tarde, Penélope regresa casada con el rufián José María Cano, con quien chantajea a los protagonistas pidiéndoles dinero a cambio de no revelarle a su hija que es adoptada.
PUBLICIDAD
Asimismo, se dedican a esparcir el rumor de que Nandito es el amante de la esposa de Luis Fernando. Más adelante, ambos son detenidos y encarcelados por sus delitos.
En la recta final de la novela, tras una serie de circunstancias, María y Penélope se encuentran en la cárcel de mujeres. Dentro del recinto, la villana la humilla y agrede junto a otras reclusas.
La mamá de Tita y Nandito, sin embargo, no le guarda rencor. Por esto, cuando un incendio se desata en la cárcel y tiene la oportunidad de rescatarla, no duda en hacerlo.
Tras ser salvada de una muerte terrible por su enemiga, Penélope cambia, se arrepiente de todas sus villanías y decide comenzar una nueva vida después de ser liberada de la cárcel.
Detrás de esta inolvidable antagonista estuvo impecable la reconocida actriz mexicana Ana Patricia Rojo. En aquella época, la intérprete ya era una conocida estrella de las telenovelas.
Desde entonces, han transcurrido casi 27 años en los que la histrionisa ha cambiado.
La imagen actual de Penélope, villana de María, la del barrio
En la actualidad, Ana Patricia Rojo tiene 48 años, el paso del tiempo le ha sentado de maravilla pues luce mejor que nunca y continúa vigente en el mundo de la actuación.
Tras su destacada participación en María, la del barrio, la histrionisa continuó imbatible expandiendo su trayectoria como intérprete en todos los escenarios posibles.
En televisión, desde la última vez que encarnó a Penélope, ha participado en 21 producciones, principalmente telenovelas, género en el que se consagró dando vida a villanas.
Esmeralda (1997), Mujer de madera (2004), Destilando amor (2007) y, más recientemente, S.O.S. Me estoy enamorando (2021-2022) son algunos proyectos en los que ha trabajado.
Por otro lado, en la gran pantalla, la versátil artista ha formado parte del elenco de alrededor de cinco películas, como La curva del olvido (2005), J-ok’el (2007) y El triunfo de vivir (2019); según Imdb.
Mientras, en el teatro, la hija del primer actor Gustavo Rojo ha mostrado su talento en más de una decena de obras durante las casi tres décadas que han pasado desde María, la del barrio.
Pastorela mexicana, De qué se ríen las mujeres, Agárrenla que me caso, Las arpías, Perfume de Gardenia y Mi amiga la gorda son varias de las puestas en escena en donde ha brillado.
A la par de su carrera como actriz, Ana Patricia Rojo es una exitosa empresaria dedicada a la venta de productos para bajar de peso y suplementos alimenticios.
Asimismo, la nominada al Ariel se estuvo desempeñando como presentadora de su propio programa en línea, Sin tapujos, una producción que se transmite a través de su perfil en Facebook.
En cuanto a su vida íntima, la eterna Penélope de María, la del barrio está presuntamente soltera y dedicada a la crianza de sus hijas Ana Sofía y Ana María Grijalva.
Las pequeñas, quienes tienen alrededor de 10 y 9 años respectivamente, son producto de su relación con su segundo exesposo, Jorge Grijalva.
