Las hijas de Geraldine Bazán tuvieron que enfrentar no solo el divorcio de sus padres sino también la nueva relación de Gabriel Soto con Irina Baeva.
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Un cóctel de emociones que puede llegar a afectar a los hijos en este tipo de procesos familiares, pero la actriz decidió protegerlas y velar por su bienestar.
La actriz confesó en una entrevista que tras su separación con el también actor tuvo una relación amorosa con Santiago Ramundo pero lamentablemente no prosperó.
Las razones por las que Geraldine Bazán priorizó el bienestar de sus hijas
Bazán asegura que en aquel entonces sus hijas estaban asimilando la separación y no estaban preparadas para ver a sus padres estaban rehaciendo sus vidas, como ya lo había hecho Gabriel con Irina Baeva.
“Mis hijas están en un proceso de aceptación, entonces están tomando terapia. Y justo el terapeuta nos dijo que para ninguna de las dos, sobre todo para Elissa, no estaba siendo nada fácil y que para ella era muy difícil aceptar o entender que sus papas tuvieran otras parejas”, dijo.
— Geraldine Bazán
Sus muestras de amor propio
Geraldine ha dejado claro que un divorcio no es el fin del mundo y que el amor propio vale más que cualquier relación.
“Con un divorcio no se te acaba la vida. A contrario, lo que yo pasé es nada a comparación a lo de otras mujeres realmente poderosas, que sacan adelante a sus hijos con 20 pesos y que tienen que salir a trabajar todo el día para poder darles una vida”, afirmó.
— Geraldine Bazán
Actualmente, mantiene una relación alejada de los medios con un empresario de Nuevo León que no es el medio artístico.
Recordemos que durante u matrimonio con Gabriel sufrió “múltiples infidelidades”, según ella misma declaró.
“No he recurrido a ninguna terapia pero no he dejado de trabajar, mis hijas y el amor propio son lo que me ha sacado adelante”, comentó.
— Geraldine Bazán
Recientemente, sopló las velitas al cumplir sus 39 años rodeada de sus hijas, familiares y amigos y demostró que está en su mejor momento.
