A propósito del estreno de And Just Like That y las críticas recibidas, Kristin Davis, la actriz que le da vida a Charlotte, confesó que tiene años sufriendo presión social por su imagen física, especialmente ahora que llegó a sus 50 años.
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En la década de los noventa cuando Sex and the City era una de las mayores referencias de la televisión los comentarios se centraban sobre “su cuerpo de pera” y sus curvas, algo que en aquel momento la estresaba.
Hoy, los que opinan se enfocan en las arrugas, las canas, los rollitos y los cambios físicos en general de las protagonistas, como si envejecer no fuese algo natural, normal e inevitable.
“Puede ser extremadamente estresante envejecer y ser comparada a una muy, muy, joven versión tuya”, aseveró la famosa, agregando que es difícil muchas veces mantenerse firme “cuando cada aspecto de mi físico es analizado”.
“Estoy sana, soy fuerte, tengo este hijo de tres años y lo cargo y todo está bien”, agregó refiriéndose a cómo ella se siente, pero esto no parece ser suficiente para los demás por los estándares de belleza irreales impuestos, llevándola a sufrir altibajos con su autoestima.
Las críticas por envejecer no solo la sufren famosas como Kristin Davis
Aunque ellas están en una industria muy exigente donde pareciera que no hay cabida a perder una imagen juvenil, algo que no pasa en los hombres, la presión también se extiende fuera de Hollywood.
Y es que las mujeres siempre están en el centro de las miradas por su imagen, pues pareciera que la sociedad redujera su valor a este aspecto tan superficial, dejando en segundo lugar cualidades como el talento, la inteligencia o la preparación.
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Peor aún es la posición hipócrita de esos mismos críticos porque si la mujer recurre a tratamientos estéticos y cirugías también es cuestionada.
En definitiva, las mujeres no necesitan la opinión no solicitada de los demás sobre sus cuerpos ni tampoco esa narrativa perfeccionista y absurda que tanto daño ha hecho, poniéndonos en guerra con nosotras mismas.