Ha sido una gran temporada para Salma Hayek. La mexicana no sólo ha estado de estreno con las cintas Eternals y House of Gucci sino que además, finalmente obtuvo su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
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Hayek lució espectacular mientras recibía aquel honor. Estuvo acompañada de su esposo François-Henri Pinault y su hija Valentina. También estuvieron presentes el actor Adam Sandler, el cineasta Chloé Zhao y el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, quienes han sido sus grandes amigos.
La estrella quedó situada en un lugar especial, muy cerca del emblemático Chinese Theatre de la calle Hollywood Boulevard. Con un elegante vestido negro, escote pronunciado y detalles en plateado pero sobretodo con una gran sonrisa, la actriz deslumbró durante el evento.
Algo característico de la actriz es que siempre cuenta anécdotas para después hablar de una lección de vida. En esta ocasión, contó de un atentado que tuvo en aquella calle, cuando un hombre la amenazó a ella y a otros amigos con un cuchillo. Tenía poco tiempo de haber llegado a los Estados Unidos y recuerda haberse apanicado.
“¿Por qué les cuento esta historia? Porque cada vez que pienso en Hollywood Boulevard eso es lo que recuerdo. Y la verdad es que esa noche cuando me fui a casa me dije: ‘¿Qué estoy haciendo aquí? Nadie quiere que esté aquí. Casi me matan hoy’”, dijo.
Pero aquel no fue el único incidente que le hizo cuestionarse el porqué había decidido salir de México. “Recuerdo que una vez fui al cine y alguien me dio golpes en la parte de atrás de mi butaca y me dijo: ‘Mexicana, no te sientes delante de mí. Vuelve a tu país’. Recuerdo que otra vez estaba haciendo fila en una cafetería y alguien me agarró del brazo, me sacó de la fila y me dijo: ‘No voy a hacer fila detrás de una mexicana’”, continúo.
Finalmente cerró su anécdota diciendo que a pesar de todo, se quedó y que gran parte de su decisión ha sido el apoyo que le han dado sus fans.
“Quiero decir a todos los que están aquí, mis queridos fans, que fueron ustedes los que me dieron el valor para que me quedara aquí. Aunque no me conocían en los estudios de Hollywood, todos los latinos en EE.UU. sabían quién era, entendían que había venido con sueños como ellos. Estos fans han estado conmigo durante 37 años. En los tiempos duros, ellos me dieron el valor”, dijo.
“Así que cuando todos ustedes vean mi estrella aquí, quiero que sepan que, dado que todos están en mi corazón, parte de nuestro polvo de estrellas está aquí en este sitio. Ustedes son también parte de esta estrella”, finalizó.
La edad no debe ser un límite para tener ambiciones grandes.
Las sociedad cuestiona mucho cuando una mujer se pone grandes metas cuando llega “a cierta edad”, como si hubiese una fecha de vencimiento para hacerlo.
Sin embargo a sus 55 años Salma ha demostrado que la edad no tiene por qué ser un freno para lograr grandes cosas. Ella nos ha recordado que no tenemos por qué dejar de perseguir nuestras metas.
Salma ha hecho lo que ha querido en Hollywood y aunque hoy es una de las estrellas latinas más importantes, el camino no fue nada fácil. Hace unos días, recordaba la emoción que le produjo ser parte de Eternals y lo importante que ha sido para ella representar a los mexicanos con un personaje tan poderoso.
Tarde o temprano nos llega el reconocimiento que merecemos pero el éxito estpa siempre con nosotras; en la disciplina, en superar nuestras propias metas y cumplir nuestros sueños sin importar si somos como el mundo espera o no.