El pasado 31 de octubre hubo celebración en la Familia Real de España por los 16 años de la princesa Leonor, quien está rumbo a ser una adulta preparada, talentosa y con mucho estilo.
Esto queda de manifiesto en cada presentación pública ya que la hija del rey Felipe y la reina Letizia suele fascinar con sus prendas cómodas, elegantes y a la vez de aire juvenil que inspiran a toda una generación.
La transformación de la princesa Leonor
Pero antes de vivir su primer acto en solitario o el comienzo de su bachillerato en Gales, alejada de su familia, parte de los eventos que han marcado su vida en los últimos 12 meses, acaparó la atención por ser la primogénita de la relación.
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Nació en Madrid el 31 de octubre de 2005 e inmediatamente el mundo la conoció cuando los príncipes de Asturias la mostraron en la salida de la clínica Ruber Internacional.
Ese fue su primer contacto con el público que la ha visto crecer como una niña más, aunque desde muy joven ha recibido la educación necesaria para asumir su rol.
Sin embargo, desde hace meses dejó de utilizar ropa aniñada y está atreviéndose a sacar su lado más maduro y glamuroso, que inclusó la impulsó a llevar por primera vez tacones en los Premios Princesa de Asturias.
Esta versión más arriesgada de ella va mucho más allá de su vestimenta, pues también le dio un giro a su look cambiando su rubio natural por la moda de llevar un color más claro en un mechón de delante.
Progresivamente va transformándose en una referencia para las nuevas generaciones en todo sentido, en especial porque lleva encima la gran responsabilidad de desvincular la imagen de la realeza de los actos de corrupción, cambiarla de aire y prepararse para los desafíos de ser una reina.