Separarte de una pareja siempre es difícil, pero las batallas legales que se desatan con un divorcio hace que todo sea más complicado. Aún cuando todo puede salir bien y llegar a un acuerdo, puede darse el caso que una de las partes no termine de aceptar lo que ha sucedido.
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A veces, has conseguido tomar otro camino y rehacer tu vida al lado de otra persona pero si tu ex sigue al acecho, dando opiniones no solicitadas, se vuelve una situación muy desagradable. Así ha sucedido con algunas celebridades tras divorciarse.
Recientemente Kourtney Kardashian se comprometió con su novio, el músico Travis Baker. El momento fue celebrado por muchos, incluyendo a los respectivos hijos de cada uno. Sin embargo, sus ex parejas hicieron acto de presencia con comentarios desagradables sobre la nueva vida que han iniciado.
Scott nunca se alejó de Kourtney pues era invitado recurrente en Keeping Up With the Kardashians y ambos comparten hijos en común. Cuando la Kardashian inició su relación con Travis, se dijo que Scott envió un mensaje directo a su ex novio Younes Bendjima en el que decía: “¡¿Esta chica está bien?!. Posteriormente una fuente reveló a E! News que Kourtney sabía que Scott tenía “problemas para aceptar su amor con Travis” y que ahora ha estado deprimido por el compromiso.
Por otro lado, Shanna Moakler, es esposa de Travis Barker de quien lleva más de una década separada, también lanzó comentarios en contra del compromiso.
Ambos estuvieron juntos por cuatro años, y comparten a su hijo Landon de 17 años, y su hija Alabama de 15, además de que el ex baterista de Blink 181 permanece cercano a su hijastra Atiana de 22 años.
Tras el anuncio del compromiso, Moakler compartió una serie de Insta Stories en las que hace referencia a la relación de su ex con la Kardashian. “Antes de preguntar por qué alguien te odia, pregúntate por qué te importa un carajo”, dice en referencia a una frase del fallecido rapero Tupac.
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“Quiero que el padre de mis hijos sea feliz y que tenga una pareja que lo haga feliz… y un mejor padre. Mientras sea buena con mis hijos, eso es todo lo que realmente me importa”, agregó. Sin embargo, llamó la atención otra historia en la que se lee: “Cerrado temporalmente por mantenimiento espiritual”.
Tom Cruise y Katie Holmes
Tom Cruise y Katie Holmes también tuvieron uno de los divorcios más complicados. Desde su separación, Tom aparentemente ha tenido problemas para mantenerse en contacto constante con su hija. Los términos del divorcio de Tom declararon repetidamente que a Katie no se le permitió salir con nadie públicamente durante cinco años después de su divorcio.
Tom incluso demandó a Bauer Media por $ 50 millones cuando informaron que había abandonado a Suri. Más tarde abandonó la demanda y afirmó que había estado ocupado filmando, pero se mantuvo conectado con su hija a través de llamadas telefónicas.
Las batallas legales también han amargado la vida de los famosos

Uno de los divorcios más conocidos actualmente es el de Johnny Depp y Amber Heard, quienes desde 2017 se encuentran en una pesada y desagradable batalla legal. La actriz acusó al protagonista de Piratas del Caribe por violencia física y verbal, obteniendo respaldo de algunos medios que lo han mencionado como un “maltratador de esposas”.
“Tenía miedo de que me matara, ya sea intencionalmente o simplemente perdiendo el control y yendo demasiado lejos”, dijo Heard durante una comparecencia ante el tribunal en julio de 2020. “Me amenazó explícitamente con matarme muchas veces, especialmente más adelante en nuestra relación”.
En el proceso, Depp ha perdido importantes proyectos, entre ellos el de «Animales Fantásticos», donde interpretaba a Gellert Grindelwald.
Y otras parejas prefirieron exagerar para prevenir
Catherine Zeta Jones y Michael Douglas tienen uno de los acuerdos de divorcio más extravagantes.
Los actores se casaron en 2000 y aunque Catherine confesó estar totalmente enamorada de Douglas, le preocupaba el pasado del actor pues sabía que había engañado a su primera esposa en repetidas ocasiones. Fue así como Zeta-Jones hizo a Douglas firmar un acuerdo de divorcio con el que ella recibiría $ 1.5 millones por cada año de matrimonio.