En 2003, Mega transmitió el reality Operación Triunfo, una adaptación de la franquicia de la televisión española, en el que los participantes llamaron la atención con su talento musical. Una de ellas fue Mónica Rodríguez, también conocida como Monik, quien se convirtió en la ganadora del programa.
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A 18 años del reality, la cantante de 40 años se refirió a la condición que la afecta y que la hizo perder todo su pelo en 2019. Según explicó, sufre de alopecia universal, lo que se desencadenó cuando se encontraba amamantando a su tercer hijo.
«Se me empezó a caer el pelo a mechones, me quedaban pelones en la cabeza«, dijo a LUN. «Mis cercanos me decían que era por dar pechuga, pero yo sentí de inmediato que era algo más cuando se me empezaron a caer las pestañas. En un mes se me cayó el pelo, ya no tenía pelo en ningún lado», agregó.
Monik de Operación Triunfo: «Tenía que aceptarme y rearmarme»
Recordemos que durante su aparición en pantalla, la artista no tenía cejas. Este detalle provocó que uno de los consejos que más recibiera en aquel periodo, era que se pintara aquel rasgo facial. Cuando comenzó a perder el resto de su pelo, Monik se encontraba atravesando un difícil momento durante su quinto año en Miami.
«La alopecia no era algo que quería vivir en ese minuto«, dijo. Sin embargo, de a poco comenzó a salir con su cabeza descubierta. Un gesto que le valió positivos comentarios por parte de otras personas. Un año después regresó a Chile, en donde recibió su diagnóstico. «Fui al doctor y me dijo que lo que tengo se llama alopecia (areata) universal«, contó.

«Me contó de los tratamientos, como inyectarse corticoides, pero no lo iba a hacer. Sentí lo mismo que cuando me decían que me pintara las cejas en Operación Triunfo. Tenía que aceptarme y rearmarme, el tema era por dónde empezar», señaló.
«Comencé a arreglarme más»
Consultada por cómo empezó su trabajo de aceptación, Monik explicó que partió dándole vueltas «al tema de la feminidad». «Empecé a dejar de escuchar lo que otros me decían y a interiorizar que lo femenino va en otras cosas: en tu forma de reír, la expresión de tus ojos, de tu cuerpo, en hacer el amor», comentó.
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«Empecé a reconocer qué partes me gustaban más de mí y por qué. Así que comencé a arreglarme más, a pintarme los labios rojos, a maquillarme más los ojos y bajé 15 kilos. La gente cuando se separa lo primero que hace es cortarse el pelo, yo me arreglé los dientes», sostuvo.
Finalmente, Monik remarcó: «No me da lata ser pelada, me encanta eso de mí, veo más allá de lo superficial. Creo también que esto de mi alopecia es una muestra de que soy súper frágil, porque todo me llega y afecta mucho, pero también que soy súper fuerte y que me puedo levantar«.