No solo habló de la maternidad y su depresión post parto. Durante su participación en De tú a tú, Tamara Acosta también se refirió a la depresión endógena que la afecta desde la adolescencia.
En conversación con Martín Cárcamo, contó que en un comienzo sintió «mucha tristeza, mucho sin sentido, el sentir que nada tiene sentido».
«Me sentía muy sola, me encerraba harto, lloraba harto sin saber por qué. Por una pena profunda no más que podía durar meses», agregó, indicando que en su adolescencia fue «menos potente» que después.
«Después durante mucho tiempo, hasta los 30, por un episodio de depresión mayor, me diagnostican una depresión recurrente«, explicó, detallando que «ahí sí era sin poder moverse, con crisis de angustia, crisis de pánico y sin poder levantarse de la cama«.
«Bañarse es como subir el Everest. Y la sensación de que no quieres estar en la vida. El dolor es tan grande que uno trata de que cualquier cosa que aplaque ese dolor es mejor que esto», agregó.
Tras escuchar las palabras de la actriz, Martín Cárcamo le preguntó: «¿Pensaste en el suicidio?«. Tamara Acosta reconoció: «Sentí ganas de no estar«.
«No pensé como, voy a hacer esto para no estar y suicidarme, pero sí algo que me aliviara… Y si hubiese tenido algo que me aliviara, sí. Y ese es el peligro de las depresiones, que terminan en suicidios porque no se soporta», remarcó.
Tamara Acosta recordó un episodio
En medio de la conversación, la actriz de Los 80 habló sobre un episodio que encendió sus alarmas. «Tengo como periodos borrados, pero recuerdo… No planifiqué un suicidio pero recuerdo haber ido manejando y haber pensado, y tener las ganas de soltar (el volante) y ya. Y tuve la lucidez de decirme a mí misma, ‘chuta, ojo'», contó.
«Ahí me internaron, estuve unos días en una clínica porque yo llamé al psiquiatra y le dije, ‘sabes que está grave la cosa, estoy con pensamientos suicidas’. Entonces estuve unos días en la clínica, después en la casa de mis papás, creo. No me acuerdo mucho. Y ahí es cuando me regulan todos los medicamentos», agregó.
Posteriormente, la actriz se refirió a los prejuicios que existen en torno a las clínicas psiquiátricas. «No sé si habré sido tildada de loca, pero fue lo que me salvó«, señaló.
Consultada por el periodo posterior a la clínica, la actriz comentó: «Cuando empiezas a sentirte un poquito mejor, es como nacer de nuevo. Empiezas a palpar la vida, nuevamente. Pero uno viene como salido de una operación a corazón abierto, hecho mierda».
Finalmente, reconoció que cuando fue diagnosticada con depresión endógena, se sintió aliviada. «Sentí que me decían que tú no estás loca, que no eres complicada, no. Tú tienes una enfermedad y esta enfermedad se trata de esta manera, listo. Uno aprende a conocerse también y uno sabe cuáles son los límites», dijo.
