Argentina se ha entristecido este domingo por la triste noticia del fallecimiento del reconocido actor Hugo Arana, después contraer el Covid-19.
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Arana, de 77 años, había sido internado desde hace unos días en el Sanatorio Colegiales por un accidente doméstico, y allí dio positivo en el test del COVID-19.
“Lamentamos comunicar que en el día de hoy a las 0.30 horas se produjo el fallecimiento del señor Ricardo Hugo Arana”, sostiene un informe difundido por el centro médico donde estaba internado el actor.
«El señor Arana ingresó el día 27/09/2020 producto de un cuadro sincopal en su domicilio. entre otros varios estudios que se realizaron a su ingreso, los que corresponden a imágenes de tórax fueron compatibles con infección de Covid, lo cual se corroboró en el hisopado por PCR que se realizó a continuación. El paciente permaneció aislado y con todos los cuidados necesarios para un cuadro de covid. Se le estaban realizando estudios de alta complejidad en relación a sus antecedentes cardiológicos severos, hasta el día de hoy donde falleció de un paro cardiaco súbito”, declaró la doctora María Cristina Lacunza, directora médica del sanatorio.
Arana, dio con la actuación por casualidad.
«Un día fui al Centro a comprar tornillos y vi un cartel que decía: Hágase actor, centro experimental cinematográfico. Y me quedé como helado. Yo nunca había visto teatro aunque me gustaba mucho el cine. Estaba desesperado por hacer algo en mi vida», declaró en su momento.
Desde ahí comenzó su carrera artística, de formación con los maestros Marcelo Lavalle y Augusto Fernandes.
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A pesar de que actuó en más de 40 películas, el teatro fue su verdadera pasión.
El actor, protagonizó obras como Baraka, El saludador, Filomena Marturano, La nona, Made in Lanús y Los tutores.
A pesar de la fama, siempre se mantuvo con los pies en la tierra.
«Para mí, el éxito es la escalerita que uno se pone y va subiendo escalón a escalón, según cómo se sienta en cada paso. El éxito no está afuera, no es el reconocimiento. Eso no está en mis manos. Yo busco subir un escalón y sentir que puedo transformar un escobillón en un caballo blanco y andar a caballo», aseguró.