Espectáculos

Entrevista a Lalo Mir:”La magia está en la palabra”

En una entrevista con Nueva Mujer Lalo Mir habla de su relación con la radio, un medio que lo ha convertido en uno de los locutores más reconocidos de Argentina.

Cuando hablas con Eduardo Enrique Mir, conocido como Lalo Mir, estás frente a una figura radiofónica que arrastra más de 45 años de experiencia.

Lalo, un «animal de radio», habla desde su estudio, donde acaba de hacer un vivo por Instagram y después de la charla, tiene otras tareas pendientes.

No obstante, el locutor afirma que tiene «días y días».

Recomendados

«Estoy viviendo una etapa diferente a lo que ha sido mi vida durante los últimos 40 años. Estoy trabajando mucho menos, bajé un cambio, no es que me haya retirado pero si eligiendo puntillosamente las cosas que hago y cargándome menos de trabajo».

Lalo cuenta, que venía de un año sabático en 2019 y otro en 2017, donde estuvo viajando «por todos lados, Brasil, Chile, Italia, el sudeste asiático..».

En el 2018 se reincorporó al trabajo y lo califica como un «año complicado», por lo que decidió «bajar las cortinas y trabajar un poco y nada más». Pero no había previsto el huracán del Covid-19.

«Me agarró la pandemia y se multiplicaron los trabajos, pero sobre todo los trabajos que no se cobran, colaboraciones, pero me llevan mucho tiempo», admite.

 

LA MAGIA DE LA RADIO

Aunque no fue una vocación temprana, Mir explica que la radio «era la banda de sonido» de su infancia.

Es bien sabido, que Argentina es un país que disfruta de la radio.

Sobre el poder radiofónico, recurro a un tópico y le pregunto a  sobre la magia de este medio y me responde «la magia está en la palabra».

«La radio es un aparato. Si no hay detrás un ser humano no sirve de nada. El mago es el humane. Tiene lo mismo que tiene la literatura para mí, que terminas haciéndotela en la cabeza. Todos leemos del mismo libro, en hojas blancas y letras negras y hasta si es de la misma edición, de la misma editorial, prácticamente, perfectamente igual al otro, sin embargo cada uno que lee tiene en su propia imaginación si arrancó en disco duro si arrancó una historia emocional, una historia visual, una historia sensorial, que es subjetiva y por ende es la historia personal de cada uno».

El locutor, recurre a la fuerza de la palabra y se remonta a los orígenes de la comunicación humana, «que debió haber sido con sonidos guturales y con gestos» hasta que el hombre «empezó a transmitir ideas al otro».

«No es casual que según las investigaciones de los que estudian huesos de nuestros antepasados, muy antepasados, en las primeras versiones del antropo, cuando se expande la laringe y la faringe se expande el cerebro, a medida que empieza la comunicación se empiezan a multiplicar las neuronas y a partir de ahí comienza la organización humana», expone, no obstante, añade con ironía, «menos ahora», que la civilización»está en retroceso».

Para Mir, «la radio es la humanidad».

«La radio es un medio y transmite ideas humanas a la gente[…] Las ideas transmitidas y las ideas recibidas son conceptos de sociedad, de comunidad», ratifica.

 

 TRAYECTORIA POR CHILE
Lalo, trabajó desde 1984 hasta 1996  en Chile.

Ahí, notó como el medio radiofónico, funciona de forma distinta según la idiosincrasia general del país.

El locutor, llegó en medio de la primavera democrática de Argentina, reinstaurada con el presidente Raúl Alfonsín.

No obstante, en Chile no hubo un referéndum para votar la salida de Augusto Pinochet hasta 1988.

«Yo llegué con el espíritu de la primavera democrática a Santiago de Chile, cuando todavía había toque de queda. Mis primeros años en Santiago, a lasa 11 de la noche había que estar en casa y si nos quedábamos en un lugar había que encerrarse y permanecer allí hasta las 6 de la mañana», recuerda

Mir, recuerda que la digitalización en Chile estaba más avanzada que en Argentina y que él aprovechó una retroalimentación para llevar su manera más «desestructurada», para luego incorporar lo técnico a los medios argentinos.

 

RADIO LA COLIFATA

Mir, trabajó en la Radio La Colifata, conducida por los pacientes del Hospital Interdisciplinario Psicoasistencial José Tiburcio Borda.

La palabra colifata, es conocida para denominar a las personas como «locos queribles».

El director de los talleres de deshospitalización psiquiátrica, Alfredo Libera, contactó a Lalo.

«Yo viajé a Moscú con ellos para un encuentro artístico de los usuarios de la medicina psiquiátrica. A mí me llegó eso cuando yo estaba haciendo en Buenos Aires una Divina Comedia en el Rock & Pop y vino Alfredo diciéndome tenemos una radio en el Borda y yo ‘¿cómo en el Borda?’ y me puso un casette con los locos hablando», explica.

Mir, cuenta que él solo «cortaba y editaba para que las notas tuviesen una nota radial», y luego pasaba a la conducción, pero reconoce la labor de esta iniciativa.

«Hoy es una organización sin fin de lucro y hoy se ha clonado en el mundo porque se descubrió que en esto de la radio casi todos los talleres de trabajo y de entretenimiento del usuario psiquiátrico son más introspectivos, la pintura, la lectura, la escritura, la escultura, la cerámica, son para adentro, la radio es par afuera y la gente vuelve, no hay una comunicación y esto funcionó muy bien como dispositivo de externación. Casi todos los que pasaron por La Colifata o por los talleres terminaron fuera del Borda y van y vienen, porque son enfermos psiquiátricos, son recurrentes, pero digamos que tienen una vida normal», expone.

Lalo, agrega que esto fue el «boom de las radios psiquiátricas».

«Cuando me invitó la Cancillería de Rusia, había varias radios colifatas, de España, de Italia, de Chile, de México, dePerú, de Portugal y muchas rusas, que tienen una cultura de hospitalización psiquiátrica bastante dura. Este proyecto es para instalar la idea de que el enfermo psiquiátrico no tiene que estar en una cárcel, sino que cuando se brota, tiene un ciclo, va a un hospital y luego vuelve a su casa como cualquier enfermo. Entonces debe haber hospitales con áreas psiquiátricas pero no psiquiátricos cárceles», especifica.

Mir, se define «como un padrino de la radio de La Colifata«.

«Cuando hay aniversarios y fiestas y todo me convocan y voy y bailo con los locos y todo eso», agrega.

Si afirma que hay una «lógica en el enfermo psiquiátrico que es muy sorprendente», todo según la patología.

«Cuando hablas con una persona que está bien medicada y relativamente controlada tienen un sentido común muy diferente al nuestro y es sorprendente y el punto de vista de ellos, lo comparo con los artistas, no es el lineal que tenemos nosotros, un artista en general si está en su tiempo o adelantado a su tiempo, tiene una lectura de la realidad que no coincide con la lectura de la radio, del diario o la televisión, es decir, la lectura de nosotros como sociedad, la lectura media, están corridos porque tienen otro patrón. A mí eso siempre me sorprendió y me parece una apertura para la sociedad porque ahí hay caminos para descubrir, hay cosas nuevas», asevera.

Según Lalo, los enfermos psiquiátricos rompen estas convicciones sociales impuestas y por eso «su mente no se  adapta a la sociedad».

 

HAY QUE SABER REÍRSE DE UNO MISMO

Si algo le caracteriza al presentador radial, es el humor.

«El humor vive conmigo, no lo tengo que forzar, es algo que me sale naturalmente, la ironía, la sátira el doble sentido. Soy juguetón lingüísticamente, me gusta romper para volver a armar, y el humor forma parte de eso. A veces soy políticamente incorrecto y digo cosas en momentos y lugares donde no tiene que ver, con el tiempo me he acostumbrado más y me he acostumbrado, aunque a veces me voy de mambo y hago un chiste en un momento que no tiene razón de ser».

Lalo, ve el humor como una forma de «aflojar las tensiones».

 

LA OLEADA MORADA

Mir, admite que laa radio es un medio «bastante patriarcal y machista», y todavía hay más varones que mujeres, pero define que «el mundo está cambiando».

«Es una impronta que no estaba prevista», dilucida.

Por ello, el locutor, dice que «trata de vivir el presente» y no esconderse en el pasado.

 

EL TIEMPO DE LALO

Mir no tiene ningún proyecto, pero lo que le encantaría sería «viajar desde lugares lindos del mundo y transmitir radio desde una palmera».

Mir, concluye con que es una fantasía «pero se va a acabar cumpliendo».

Y aquí acaba la conversación con Mir, a quien quizás, en unos años, lo escucharemos transmitiendo sus noticias bajo el sonido de las olas tropicales.

 

No te pierdas el video en

 

Tags

Lo Último


Te recomendamos