El pasado 31 de agosto de 1997, el mundo se despedía entre lágrimas de la princesa Diana, quien pasó de ser el ícono británico de la realeza, a ser la «princesa del pueblo» de todo el mundo.
Su carisma era único, así como la dulzura y simpatía con la que se presentaba a cualquier evento, tratando a quienes la rodeaban como sus amigos, sus hermanos, una conducta quizás poco vista en el mundo rígido de la realeza.
El elegante vestido blanco de la princesa Diana
Para honrar su memoria, a 23 años de su fallecimiento, la revista Harper’s Bazaar, en su edición estadounidense, rescató una portada que protagonizó la princesa Diana en noviembre de 1997, dos meses después de su partida.
En la imagen de portada, se confirmó una vez más el gran gusto por la moda que tenía Lady Di, con prendas muy elegantes, que se mantuvieron incluso después de que se divorciara del príncipe Carlos en 1996.
Lady Di se vio radiante con un impecable vestido blanco de satín, recubierto con cristales de colores diversos y detalles en dorado, un traje atemporal con el que cualquier mujer de hoy brillaría.
El blanco era uno de los colores preferidos de la princesa Diana, en varias ocasiones mostró looks en este tono. Como este vestido midi más holgado y de mangas largas.
En otra sesión de fotos, también posó con un vestido blanco de tela perlada y con diseño asimétrico, un traje arriesgado pero muy coqueto.