La ropa es una gran manera de comunicar un mensaje. La personalidad, estilo, edad, estatus social, estado de ánimo y más, son fácilmente descifrables a través de la vestimenta de una persona, por eso, en el caso de las mujeres de la realeza como Meghan Markle, todo está muy bien planificado.
Aunque ahora tiene más libertad para vestirse al renunciar a sus roles dentro de la familia real británica a la que pertenecía su esposo, el príncipe Harry, durante la etapa como duquesa de Sussex sus looks siempre llamaron la atención.
En primer lugar, Meghan siempre mantuvo su estilo en líneas generales. A pesar que tuvo que hacer ciertas modificaciones, como dejar atrás su peinado de cabello suelto con ondas para darle paso a recogidos, fue estricta con sus preferencias.
Así lo explicó Marie Claire a través de la paleta de colores muy sobria, incluso para la realeza, que siempre llevó. A diferencia de la reina Isabel II y Kate Middleton, que visten desde estampados hasta rojos, verdes neones y rosas, ella optó por el negro, gris, beige y otros tonos neutros.
Para Meghan Markle vestir con estos colores era sinónimo de discreción y no llamar la atención a donde quiera que iba.
«Las razones por las que optó por vestirse de negro sugieren que no quiere ser el centro de todo, está bien quedarse en las sombras», explicó la psicóloga de los colores Karen Haller al mismo medio.
Asimismo, para ella fue una manera de demostrar seriedad, especialmente en los compromisos más importantes para intentar separarse de su pasado como actriz de Hollywood, a diferencia de otras integrantes de la realeza que solo lo utilizan para compromisos funerarios.
Sin embargo, dio un cambio importante cuando anunciaron que estaba esperando a su primer hijo, Archie. En ese momento Meghan Markle empezó a incorporar los tonos claros, para hacer la panza más evidente y asumir una imagen más maternal, con colores como el blanco que transmiten pureza y pulcritud.
De igual manera, le ha dado toques de color a sus atuendos en algunas ocasiones especiales para rendir homenaje al sitio donde va o el tipo de evento, pero sin resultar tan trascendental. Es una mujer que siempre apuesta a lo clásico.
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