Después de la irrupción de Yalitza Aparicio en lo más alto del mundo del espectáculo en 2018, muchas jóvenes han querido seguir sus pasos. Justamente la modelo Karen Vega es una de ellas, quien actualmente puede presumir ser la cara de la nueva portada de Vogue México.
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En efecto, Vega confesó que Aparicio fue una gran inspiración para tomar valor e ir tras sus sueños de pertenecer al mundo de modelaje a pesar de no tener los rasgos físicos que abundan en esta clase de publicaciones dedicadas a la alta costura.
«Cuando vi a Yalitza en la portada de Vogue, también fue una señal y ahora sé que yo podría ser esa señal para más chicas si sigo trabajando duro y siendo agradecida», empezó a relatar la oaxaqueña en el reportaje que aparece en la revista este mes.
Y si de luchar duro para alcanzar sus objetivos se trata, pues ya tiene experiencia. Su afinidad con el mundo de la moda comenzó más pequeña como la modelo de su abuela quien era costurera.
«Muchas no contamos con la talla, la altura, el color de piel o las exigencias que piden en un país donde no hay tanta gente con esas características y eso es triste para las que vamos queriendo construir un camino», opinó la joven que también es estudiante y amante del baloncesto.
Sin embargo, tras ese coqueteo con el modelaje la primera prueba de fuego se presentó cuando consiguió una sesión de fotos profesionales con el fotógrafo Enrique Leyva y el director creativo Pompi García.
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«Cuando le tomé fotos por primera vez, recuerdo que (…) nos quedamos sorprendidos por el talento nato que tenía para modelar», escribió Leyva en sus redes sociales.
Por este motivo, Karen Vega sueña con seguir escalando peldaños en su pasión y derrumbando barreras, haciendo posible lo que en años anteriores lucía poco probable, reivindicando las mujeres del sur mexicano.