Meghan Markle y el príncipe Harry ciertamente parecen haberse establecido en Los Ángeles, luego de un breve período en Canadá; tan establecidos que la mamá de Meghan, Doria Ragland, supuestamente se mudó con ellos para ayudar a cuidar al pequeño Archie Harrison, según reseña la revista Cosmopolitan.
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La pareja real se aloja en una mansión de 18 millones de dólares propiedad del actor Tyler Perry, hasta que encuentren un lugar de residencia más permanente en Los Ángeles. Según diversos informes, la propiedad cuenta con ocho habitaciones, 12 baños y una piscina, lo que significa que hay más que suficiente espacio para que la mamá de Meghan se una a ellos.
No es sorpresa puesto previo a su mudanza a la mansión de Perry, hubo reportes que declaraban que los Sussexes buscan una casa con un «anexo para la nana».
Una fuente le dijo al diario The Sun: «Doria tiene sus propia vivienda en Los Ángeles y, a pesar que algunos de los amigos de Harry lo han estado disuadiendo de vivir con su suegra, tiene una relación increíble con ella».
Por supuesto, Doria ya estaba viviendo en Los Ángeles, por lo que tiene sentido que ella pase mucho tiempo con su hija y su nieto. Anteriormente se quedó con la pareja de Frogmore Cottage, en Windsor, adelantándose al nacimiento de Archie, y se sabe que ella y Meghan están muy cercanas.
A pesar de que ya no cumplen con ninguna función real, Meghan y Harry se han mantenido muy ocupados, han mantenido su trabajo caritativo a través de videollamadas, y más recientemente compartieron un mensaje conmovedor sobre el movimiento Black Lives Matter, por lo que seguramente debe ser un alivio para ellos contar con un par de manos extra de ayuda.