La princesa Leonor de Asturias, primera en la línea de sucesión al trono de España, es todo un ícono de la moda, de elegancia y glamour. A sus 14 años ya demuestra seguridad en todos los actos a los que asiste, siguiendo los consejos de su madre, la reina Letizia.
Y si algo nos ha demostrado en sus últimas apariciones públicas es que el color rojo es su mejor aliado y que hace resaltar el blanco de su piel.
En los premios Princesa Girona, Leonor recurrió al enigmático rojo de Chanel, el color preferido de su madre, con un perfecto conjunto de chaqueta y vestido, con bailarinas en el mismo tono.
En tejido de tweed, la chaqueta corta y con cuatro botones dorados laterales le daba un toque diferente a sus habituales outfit que por lo general son en colores cálidos y pasteles como el rosado o el celeste.
Este look de la hija mayor del rey Felipe VI no recordó a la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, quien sabe que si quiere convencer a sus fans, hay un color del armario que no puede faltar en sus looks, el rojo fuerte.
Muy sencilla
La heredera de la corona española lució súper sencilla, con unos aros de oro y poco maquillaje, solo un imperceptible color nude en sus finos labios. Su cabellera también fue de lo más sencilla, al estilo ondulado.
Sin duda que Leonor y su hermana Sofía saben cumplir perfectamente la vestimenta del protocolo real, como hijas de reyes que son ambas. Pero, ahora que ya empiezan a vestir de una forma más adulta, y tienen el mejor ejemplo a seguir, a la reina Letizia Ortiz.
Ahora, la estrategia de Leonor fue bastante clara y sencilla: apostar por el color que su madre reserva para las grandes ocasiones, el rojo pasión.
Curiosamente, dejó a un lado los vestidos que suele llevar en las citas oficiales y eligió uno de dos piezas en tweed.
Los vestidos ‘tweed’ son un tejido que se ha coronado como imbatible símbolo de sofisticación desde que Coco Chanel le diera fama a comienzos del siglo XX.
Una tela de lana de origen escocés que estaba vinculada a la ropa de campo hasta que la diseñadora francesa la erigió como emblema de la mujer moderna. Un éxito que desde entonces no ha parado de crecer.
Sin duda, es una alternativa perfecta para usarlo no solo en época estival, sino también en primavera y en otoño.
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