La relación entre Meghan, esposa del príncipe Harry, duque de Sussex, y su madre es muy cercana. Tanto, que en los medios británicos aseguran que parte de la decisión de la pareja de irse a vivir a Los Ángeles tras dejar el título de la realeza, se debe a que la actriz quiso estar cerca de su madre.
También es ampliamente conocido que Doria Loyce Ragland , madre de Meghan Markle, es la principal niñera del príncipe Archie Mountbatten-Windsor porque su hija no confía los cuidados en nadie más.
Sin embargo, la abuela de 63 años, es ex maquilladora, propietaria de una empresa, instructora de yoga y ex trabajadora social que trabajó en el sector de la salud mental, por tanto es bastante independiente y no vive de lleno con Meghan y Harry.
Por tanto, a decir de una fuente del diario The Sun, Harry de Inglaterra y Meghan Markle buscan comprar una mansión en Los Ángeles, con el código postal 90210, que tenga una casa de huéspedes, «para que Doria viva».
La fuente agregó: «Doria tiene sus propias habitaciones en la actual mansión y, aunque algunos de los amigos de Harry lo critican por vivir con su suegra, él tiene una relación brillante con ella».
También añadió que Meghan Markle quiere mantener a su madre, de 63 años, cerca, ya que ella según ha dicho muchas veces y públicamente, que ella es «su fortaleza» y ahora «no confía en muchas personas».
La abuela vive sola
A decir de la revista Vanity Fair, Ragland reside sola , con sus gatos, en View Park – Windsor Hills , California, en una casa que heredó de su padre en 2011.
Sin embargo, ha acompañado a su hija a eventos públicos como el 20 aniversario de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer y los Juegos Invictus .
En cuanto a las actividades reales, como es natural, asistió a la boda de su hija y el Príncipe Harry , miembro de la familia real británica , en 2018. También el 6 de mayo de 2019, cuando su primer nieto: Archie Harrison Mountbatten-Windsor , y Ragland voló de Los Ángeles al Reino Unido para ver a su nieto y sus padres.
En julio de ese año, ella también asistió al bautizo de su nieto, que se celebró en la capilla privada en el Castillo de Windsor.
