En su natal México, famosa desde los seis años cuando fue protagonista de María Belén; en nuestro país, reconocida y seguida desde hace un par de años gracias a Élite, la exitosa serie de Netflix, que el pasado 13 de marzo estrenó su tercera temporada. Actriz, cantante, modelo, jurado de un programa de talentos, y una de las últimas mean girls de la ficción.
Danna Paola (24) es Lucrecia Montesinos Hendrich, más conocida como Lu. La estudiante de Las Encinas, que pasó de ser una adolescente consentida, caprichosa, incluso despiadada, a ser piedra angular de una de las tramas emotivas de la serie española. Una joven que no sólo creció en el plano de la ficción, también como persona tras el personaje.
El final de la segunda temporada nos dejó impactadas. Lu y Valerio, interpretado por el actor chileno Jorge López, enredan sus vínculos más allá de la hermandad sanguínea. El panorama de la millonaria escolar pareciera verse cuesta arriba, no sólo por su reputación, también por la posición que tomará su familia, el futuro de su relación, y los propios límites que está dispuesta a cruzar en el viaje a la maduración.
Por otro lado, podría perfilar este 2020 como su año. Luego de un 2019 donde logró posicionarse como una actriz reconocida a nivel mundial y ser visibilizada como una referente artística en México, gracias a su trabajo en La Academia, Danna vuelve a una de sus grandes pasiones: la música.
Hace unas semanas estrenó SIE7E+, su primer disco en ocho años. Canciones personales que compuso mientras grabó la tercera temporada de Élite, en las que expone los primeros pasos de la adultez, cantándole al amor, a las sexualidades libres, a la ansiedad de estos tiempos.
Sobre Chile, la serie, feminismo, canciones, amantes que resultan gays, e ir al colegio, en esta conversación con una de las actrices latinas del momento. Una mujer que creció entre sets de grabación, que brilla con un primer antagónico muy querido por la audiencia.
Fuiste educada en casa durante toda tu niñez y adolescencia. ¿Qué se siente vivir la experiencia escolar a través de Élite?
Estuve toda mi vida trabajando, actuando y haciendo música. Para mí y para mis padres era muy importante que no dejara mis estudios, pero era difícil mantenerme en colegios por mis horarios. Decidimos que hacer homeschool era lo más sencillo, así que iban maestros a los sets de grabación para aprender mis materias. Lo de Élite fue raro porque, por supuesto, nunca tuve compañeros, sólo maestros. Siempre supe que era importante transitar por la preparatoria, y es algo que sólo he hecho en ficción. Me divierte mucho, porque es una experiencia que no tuve en la realidad. Las series y novelas me han regalado esa posibilidad.
¿Y te ha gustado la experiencia escolar?
Cada personaje que me ha tocado grabar en colegio ha sido divertido, pero Lu, en Élite, ha sido el triple de aprendizaje, y no hablo de las materias que una aprende, sino de la escuela diaria de actuar, improvisar, conocer gente maravillosa, estar en una superproducción, pasar horas en una sala rodando y simulando estar en clases. Es pesado, sí, pero es una de las cosas que más he disfrutado de grabar esta serie, la convivencia.
Seguramente tienes muchas diferencias con Lu, pero nos encantaría saber sobre aspectos en común…
Tenemos en común mucho más de lo que imaginé. Cuando Lu llegó a mis manos pensé que era un reto gigante, aunque toda mi vida quise personificar a una villana e intenté, a toda costa, interpretar a un personaje con estas características. Siempre aparecí como la niña buena, entonces fue complicado entrar en Lu y enfrentarme a ciertos fantasmas que una tiene. La verdad es que hay cosas de mi personalidad en ella, como el perfeccionismo y la exigencia, lo vulnerable. Ambas somos mujeres muy fuertes. La exigencia puede ser una desventaja y eso es algo que Lu va exteriorizando en esta temporada. En esta tercera parte, comienza una transformación maravillosa, la veremos madurando, como yo en la vida. Con Lu hemos crecido juntas. Ella me dio mucha confianza en mi personalidad, aprendí mucho de ella y eso es algo que agradeceré para siempre.
En la última temporada te vimos muy cercana a Valerio, personaje interpretado por el chileno Jorge López. ¿Cómo ha sido su relación?, ¿te ha contado algo sobre nuestro país?
En estos meses he aprendido mucho sobre Chile. Con Jorge tenemos una relación muy bonita, muy cercana. Somos los únicos latinos en este proyecto, nos lanzamos con todo y nos fuimos a España solitos, y para mí fue maravilloso contar con un amigo y un partner con el que puedo recargar energías y usar su hombro, pero a un nivel latino, ¿sabes? Es increíble el trabajo que hicimos juntos, tenemos una conexión cósmica y mágica, que creo que se ve en pantalla. Ambos tenemos un amor súper bonito por nuestros personajes y por la creación; fue importante transmitir esa hermandad y química en pantalla. Sabemos que le gustó muchísimo a los fans. Es un encanto, me ha llevado a comer comida chilena, que no es tan picante como esperaba. Por mi parte, le he mostrado muchísimo de México, y juntos hemos descubierto España.
¿Cómo se crea e interpreta a una chica pesada como Lu en tiempos de feminismo?
Es muy fuerte la verdad. Con el director y la retroalimentación de mis compañeros, creé esta mean girl que se convierte, poco a poco, en una mujer muy independiente, capaz de entender que no necesita de ningún hombre para crecer y lograr lo que quiere; pero que sí necesita amor propio, que es algo que le costó aprender. Al final, el tema de la imagen, el cuerpo y la perfección no es más que toda la inseguridad que tiene. Lu siempre quiso encajar en la percepción de “niña bien” por su familia. Su madre está ausente y la figura femenina se la tuvo que construir sola. Es algo fuerte. Este crecimiento se nota mucho en la tercera temporada. Me parece que cada personaje de mujer se empodera muchísimo, eso me tiene muy orgullosa de mis compañeras y, por supuesto, de mi Lu.
Te hemos visto siendo jurado en el reality de talentos musicales, La Academia. ¿Cómo enfrentas las críticas que recibes por ser una mujer fuerte, que lucha porque la respeten?
Creo que es algo que no sólo pasa en el entretenimiento. Es complicado que una mujer dé una opinión o se defienda ante algo que le molesta o que no le parece correcto. Hay gente que lo toma para bien, otras para mal. En un enfrentamiento en particular, lo pasé mal. Lo tomé con mucha seriedad desde el comienzo, sé que es complicado ser sincera y que lo tomen bien, pero no me arrepiento de nada. Hoy me considero una mujer que no tiene filtros para callar y, si alguien me hace enojar, se va a enterar. Para alguna gente fue algo pequeño, pero no, porque se trata de una mujer que alzó la voz y decidió dejar de quedarse callada. El haber estado viviendo en otro continente, sola, hizo que me enfrentara a mí misma. Eso me ha ayudado a conocerme, a fortalecerme, a aprender a decir que no, aprender a no quedarme callada como me enseñaron en casa.
México es un país con índices de violencia contra la mujer alarmantes…
Vivimos en un país donde todavía hay muchísima gente conservadora, mucho machismo, bueno, como en toda Latinoamérica. Es difícil que una mujer alce la voz y tenga el control de su vida. Crecí en la educación del “calladita te ves más bonita”, donde siempre tuve que ser la señorita correcta, perfecta, que es lo que se puede ver en Lucrecia. Los personajes llegan a nuestras vidas para enseñarnos mucho, nos llevan a enfrentar cosas que tú aún no vives, a pensar en otras que no cruzarían por tu mente.
No puedo dejar de preguntarte por tu futuro en la música. ¿Qué se viene para este 2020?
Para mí es importante todo lo que se viene este año, además de Élite. Lancé mi álbum SIE7E+, lleno de temas que amo, como Sodio, una nueva canción que nace luego de un sueño que tuve en el que era una sirena, todo sucediendo en las costas mexicanas. Quise mostrar mi país y también esta historia de una chica enterándose de la sexualidad de su pareja. Es una situación que le pasa a mucha gente hoy, donde el amor es mucho más libre, y nosotros y nosotras mismas nos estamos aprendiendo a liberar. Son doce canciones que he estado trabajando a la par de la tercera temporada. Me tiene muy emocionada, es un experimento de muchos sentimientos encontrados hace bastantes años.