En medio de las jornadas de protesta por la desigualdad, carencias en temas de salud, educación y vivienda que afectan al país, son varios los famosos que han aprovechado su vitrina para manifestarse con mensajes de apoyo a las movilizaciones. Tal es el caso de los panelistas del Mucho Gusto, quienes compartieron sentidas palabras a través de redes sociales.
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Diana Bolocc, Lucho Jara y María José Quintanilla, fueron parte de los que alzaron la voz. Sus llamados estuvieron cargados de emoción y sentimientos de empatía con quienes han sufrido las consecuencias de un sistema desigual. Sin embargo, invitaron a dejar atrás la violencia y actos de vandalismo, para promover las causas de fondo. «Ahora ya se demostró que Chile tiene voz y se escuchó más fuerte que nunca», escribió el animador.
Luis Jara

«Amigos, compatriotas. No tengo las palabras precisas para expresar lo que siento al ver a mi país alzar la voz. No deseo caer en descalificaciones gratuitas, pero no puedo callar frente a tantas expresiones que no comparto. Nuestro presidente habla de guerra, y yo como chileno no me siento en guerra. Y menos entre nosotros mismos. Qué ganas de que la clase política pudiera enfrentar de una vez por todas esta crisis con autocrítica y humildad. Es lo único que debiéramos esperar», escribió.
«La paz se construye entre todos pero en base al respeto por los demás, en base a la empatía. ¿Cuántas veces como chilenos nos ha tocado apoyar causas humanas para paliar el sufrimiento de tantas personas que no reciben ayuda y apoyo en salud? Desde hoy tenemos un enorme compromiso con nosotros mismos. Tratemos de convertir la rabia en fuerza para salir adelante y transformar la injusticia en oportunidad para todos. Los que somos hijos de la clase media y alcanzamos a ver cómo se destruyó sistemáticamente, debemos aprender a exigir con respeto y con fuerza que es hora de construir un país más justo para nuestro hijos», continuó.
«Finalmente, como chileno le pido a Dios que cese la violencia en nuestras calles y que también disminuya la indolencia de nuestras autoridades y que sin esta sensación de guerra podamos ponernos de pie como tantas veces lo hemos hecho, pero ahora con menos complacencia. Ahora ya se demostró que Chile tiene voz y se escuchó más fuerte que nunca», cerró.
María José Quintanilla
«No son 30 pesos, es el señor o señora, que trabajó toda su vida, con un sueldo que no le alcanza para comer y que el trasporte le quita más de dos horas por tramo. Que ahora quizá se jubilara con un dinero que no le alcanza ni para los remedios, que tiene que esperar meses para que lo atiendan en el hospital, y que ve a sus hijos todos endeudados, pagando recién la educación, sin posibilidad de soñar con la casa propia», puso.
«No hay plata, porque en este país o estudias o te enfermas. Mientras autoridades, nos mandan a levantarnos más temprano, como si ya no lo hiciéramos para poder llegar bien y a la hora. A comprar flores porque están más baratas, y que se dan el lujo de ir a cumpleaños, cuando trabajadores comunes, para llegar a fin de mes no han celebrado ni el propio», agregó.
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«Hoy me toca cantar en este escenario de rabia y frustración que vivieron mis abuelos y mis padres, por falta de oportunidad y por ser pobres, pero si aprendí algo de esto es que la violencia llama violencia, daña generaciones, rompe almas, y que siempre se podrá manifestar tu molestia y rabia, sin causar daños. Creo de corazón que necesitamos cambios y también creo que las generaciones que vienen se merecen algo mejor», finalizó.
Diana Bolocco

«Han sido días muy dolorosos para nuestro querido Chile… Estoy segura que la gran mayoría de los chilenos no queremos hechos de violencia, no queremos ver nuestras ciudades destruidas ni menos sentir que nuestras familias no están a salvo. Pero hay algo que no podemos hacer. No podemos ignorar la profunda herida que tienen millones de nuestros compatriotas», partió diciendo.
«El diagnóstico está claro. Es una herida que ha crecido durante décadas debido a una injusticia y desigualdad social gigantesca. La salud y la educación sólo para algunos privilegiados, fondos de pensiones insuficientes, costo de la vida que sigue en alza sin que los sueldos suban, impunidad a los delitos de cuello y corbata, horas de horas para trasladarse de la casa al trabajo, y una larga lista de injusticias. Me gustaría ver una clase política unida resolviendo este problema profundo de inequidad, sin tratar de sacar alguna ventaja política de esta crisis social. Pero también me gustaría ver una sociedad civil unida tratando de ver cómo ayudar a disminuir esta brecha enorme. Quienes tenemos una vida privilegiada tenemos la obligación de mirar para el lado», continuó.
«Esa es mi invitación. Empatía es lo que necesitamos. Pensar y actuar por el otro. Todos unidos podemos salir de esta crisis profunda, sin más destrucción, sin ese vandalismo que una vez más afecta de manera muy profunda a los sectores más vulnerables. Si amamos nuestro país, actuemos. Sin violencia», terminó.