Brad Pitt se convirtió en la última celebridad de alto perfil en asistir al cada vez más popular Servicio Dominical de Kanye West.
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Apenas unos días antes, Brad había estado muy ausente de la llegada de su hijo mayor Maddox a la universidad en Seúl, lo que provocó preguntas sobre el estado de su relación.
Según dicen fuentes al portal New Idea, el hombre de 55 años se siente cada vez más triste por su aparente distanciamiento de sus hijos, y su sorprendente asistencia al servicio de la iglesia al aire libre de Kanye fue su intento de encontrar consuelo. «Él quiere ponerse en contacto con su lado espiritual nuevamente y dejar de lado toda la tensión que lo ha consumido desde el divorcio y piensa que Kanye puede ayudar».
Claramente preocupada por el comportamiento reciente de su padre, describiéndolo como fuera de lugar, Shiloh, de 13 años, se acercó a su padre, instándolo a buscar ayuda profesional en lugar de recurrir a las reuniones espirituales del rapero, que algunos han calificado un culto a las celebridades.
De hecho, personas cercanas a la adolescente aseguraron que está tan preocupada que ahora planea mudarse con su padre más temprano que tarde, para poder vigilarlo de cerca.
«Ella solo quiere quedarse con su padre», reveló una fuente a principios de este año.
Brad y Shiloh siempre han tenido un vínculo cercano. «Ella está loca por su padre, por lo que pasar tiempo con él está en la parte superior de su lista de deseos», dijo una fuente a Hollywood Life en mayo.