La tormenta sobre el palacio de Kensintong ya estaba desatada. Era 1995 y Diana ya no tenía miedo de decir su verdad al periodista Martin Bashir de la BBC. La famosa entrevista desató la ira de sus dos hijos, los príncipes William y Harry, quienes se sintieron usados por su madre como excusa para estar con uno de sus amantes.
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Según el periodista Andrew Morton, autor del libro Diana: su Verdadera Historia, fue por televisión que William y Harry se enteraron que su querido profesor de equitación en la niñez, James Hewitt, había tenido un romance con su madre.
Molestos
Morton asegura Diana le dijo lamentar haber concedido la entrevista a Martin Bashir, en su programa Panorama. “Fue la parte de James Hewitt lo que molestó mucho a William y Harry porque, con toda inocencia, pensaron que él era su maestro de equitación y él les enseñó a los niños a montar”, explica el escritor.
Entonces, William de 13 años y Harry de 11 años, estallaron contra su madre cuando “se dieron cuenta de que su madre los había utilizado como peones”. La posición del príncipe William fue la más radical, pues no le habló durante varias semanas.
Advertencia
En el libro de Penny Junor sobre el hijo mayor de Diana, el escritor asegura que William le pidió explicación a la princesa sobre por qué haría la entrevista. El adolescente se había enterado, minutos antes, que ya estaba todo listo en el palacio para recibir al equipo de la BBC.
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En la reunión, que no duró más de cinco minutos, Diana de Gales le aseguró a su hijo que la entrevista “no contendría nada polémico” y “lo haría sentir orgulloso de ella”, dice Junor. La reacción de William fue de profundo enojo, pues entonces Lady Di dejó en evidencia las infidelidades de su padre y las de ella.