Nació el pasado 6 de mayo y las noticias sobre Archie Harrison Mountbatten-Windsor, el primogénito de los duques de Sussex, Meghan y Harry no cesan. En julio será el bautizo y la prensa ya ha colado algunos de los detalles que enmarcarán la ceremonia.
Uno de los aspectos más llamativos será la ausencia de la reina Isabel, quien tampoco estuvo en el de su bisnieto Louis celebrado el 15 de julio de 2018. Las especulaciones no han parado ante las posibles razones por las que la monarca no estaría en el bautizo de Archie.
The Duke and Duchess of Cambridge have released four official photographs to mark the christening of Prince Louis on Monday 9th July.
The photographs were taken by Matt Holyoak at Clarence House, following Prince Louis's christening. pic.twitter.com/v6mN6QDgrr
— The Duke and Duchess of Cambridge (@KensingtonRoyal) July 15, 2018
El 8 de mayo fue la primera aparición en público de los duques de Sussex con su bebé Archie en brazos.
El pasado 19 de mayo Harry y Meghan celebraron su primer año de casados, ya con su pequeño hijo en brazos.
Como es costumbre, el bautizo se realizará en la capilla de San Jorge, en Windsor, donde Harry fue bautizado en 1984 y donde contrajo matrimonio con Meghan.
Las aguas bautismales las recibiría de manos del decano de Windsor, David Conner, y del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que bautizó a Meghan Markle en la fe anglicana dos meses antes de su boda, reseña www.20minutos.es.
La ausencia de la reina Isabel II sería por compromisos con su cargo, aunque la prensa sensacionalista especule que su ausencia sería por «el mal carácter de la duquesa Meghan», algo difícil de corroborar.
El abuelo de Archie, el príncipe Carlos y su esposa, Camilla Parker, presidirán la ceremonia. Además no pueden faltar el tío de Archie, el príncipe William y su esposa, la duquesa Catalina de Cambridge, Kate Middleton.
Se espera que Archie lleve una réplica del traje de bautizo que lució el primer hijo de la reina Victoria en 1841, y que ha sido llevado por 62 bebés de la familia real. La reina Isabel ya había encargado una réplica para el príncipe Louis, con miras a preservar el traje original.
