Este lunes finalmente nació el primogénito de los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry.
Pero, Meghan no pudo cumplir su sueño de dar a luz en su casa, por lo que debió seguir un cuidadoso plan que ideó el equipo de seguridad de Scotland Yard, para que el parto de la duquesa fuera completamente secreto.
Medios británicos revelan que Meghan abandonó su hogar de Frogmore Cottage la noche del domingo, donde ya estaba todo preparado para el parto, y fue llevada al lujoso y reconocido Portland Hospital, junto al príncipe Harry, y fueron escoltados por un equipo de seguridad que se encargó de que nada se filtrara.
Finalmente, a las 5:26 de la madrugada Meghan Markle dio a luz en el lujoso hospital ubicado en Londres, donde Victoria Beckham y Sarah Ferguson también han dado a luz.
Fuentes cercanas a la realeza revelaron al Daily Mail que la duquesa estuvo allí durante la noche del domingo, y que “probablemente se le indujo el parto, pues tenía una semana de retraso”.
En el parto estuvieron presentes el príncipe Harry y la madre de la duquesa, Doria Ragland, y horas después del nacimiento, los duques y su bebé regresaron a Frogmore Cottage con la misma discreción.