Antes de entrar a la realeza, Meghan Markle era una actriz en ascenso en Hollywood, ganaba su propio dinero y tenía una vida normal.
Aunque se casó con el príncipe Harry y ahora es la duquesa de Sussex, quiere transmitirle a su hijo la sencillez de la vida, quiere criarlo como a un niño normal, sin lujos excesivos.
En la primavera de 2019 el mundo conocerá al primogénito de Meghan Markle (37) y el príncipe Harry (34), pero la pareja, a pesar de su estatus en la realeza, no quiere consentir demasiado a su hijo.
Por el contrario, desean que su hijo valore y aprecie las “cosas normales de la vida”, como la importancia del trabajo duro para evolucionar y crecer en la vida.
“Meghan quiere criar a su hijo de modo que reconozca el valor de las cosas normales de la vida. Meghan llevará a sus hijos en el metro. Tendrán trabajos algún día. Sus hijos no se echarán a perder”, comentó la especialista en realeza Omid Scobie a Us Weekly.
Estas declaraciones fueron ofrecidas después de que un empleado de la realeza, difundiera que los duques de Sussex pensaban darle una vida lo más normal posible a sus hijos.
“Esa palabra ‘normal’ es muy grande para Harry y Meghan cuando se trata del futuro de sus hijos”, agregó la fuente, cuestionando el deseo de la pareja.
La vida normal de Meghan Markle que quiere darle a sus hijos
Meghan Markle quiere enseñarlo a su hijo el valor del trabajo. Sus logros han sido producto de su esfuerzo constante para superarse.
Sus inicios en el mundo del espectáculo fueron difíciles y mientras llegaba su gran oportunidad en la serie Suits, trabajó como calígrafa independiente para mantenerse y pagar las cuentas, a la vez que interpretaba papeles secundarios en varias producciones menores.
Su madre, Doria Loyce Ragland, es trabajadora social, transmitiéndole a su hija la importancia de ayudar al prójimo en lo posible, lo que le ha enseñado a Meghan Markle a ser humilde a pesar de los lujos de su nueva vida.