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Review de ‘El mundo oculto de Sabrina’ sin ‘spoilers’

Tenemos un veredicto

Hace ya más de tres años, se anunció que se realizaría un oscuro serial televisivo con los personajes de Archie Comics y se llamaría Riverdale. Como ya sabemos, el éxito llegó a este programa y el movimiento común es buscar cómo explotarlo más. O sea, en términos de la pantalla chica, crear un spin-off. Así llega la historia de uno de los personajes secundarios más recordados del mismo cómic: Sabrina, la bruja adolescente.

A partir de este momento, me abstendré de referirme de esa forma a este personaje, pues el referente nos trae recuerdos de un sitcom de los años 90 con bromas como un gato sarcástico que no puede dejar de comer, gente convertida en bolos, mitósis y otras cosas de ese estilo que vivirán para siempre en los recuerdos (y gifs). Pero la realidad es que esta nueva versión no podría estar más alejada de eso.

Chilling Adventures of Sabrina fue pensada para ser una serie que saldría al aire a la par de Riverdale, pero sólo toma ver un episodio para notar que la televisión abierta no era el mejor lugar para esta bruja. Aquí hay sangre, ritos demoníacos, elementos visuales muy oscuros y, más importante, satanismo. Considero muy importante resaltar que uno de los más grandes logros aquí es que ninguno de estos elementos son tomados a la ligera. Todo es parte de un universo completo que hace parecer que es algo común, por lo menos en la vida de la familia Spellman.

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El conflicto central de Sabrina radica en tomar la decisión de llevar una vida de común mortal o convertirse de lleno en una bruja. Y resulta refrescante ver que hoy día, este conflicto no está arraigado en si la protagonista está enamorada o no. Sabrina es una chica de 16 años que no sabe exactamente lo que quiere, pero sí está consciente de querer tener el control de su vida. Un ejemplo de tantos de cómo el serial logra hacer analogías sobre crecer, como hicieran los escritores de Buffy The Vampire Slayer mucho, pero mucho, tiempo antes.

Quienes leyeron el cómic en el que está ligeramente basado el serial (que también fue escrito por Roberto Aguirre-Sacasa) encontrarán justo eso: similitudes sobre todo en algunos elementos de la historia general, pero la serie de Netflix opta por buscar caminos distintos y explorar más a profundidad a sus personajes.

Aunque lo que más sobresale es la actuación de Kiernan Shipka como Sabrina, todo el elenco está bien utilizado y tiene sus momentos para brillar. Desde las tías Zelda y Hilda, que cada una tiene su propia historia; pasando por el primo Ambrose que está expiando un crimen; el mismo Harvey Kinkle que tiene más de una razón para ser como es; hasta las amigas Roz y Susie que ambas tienen interesantes secretos paranormales. Todos tienen algo que contar y sus historias se integran orgánicamente a la trama central de Sabrina.

Y eso es sólo por el lado de los amigos/familiares. Esto no sería una serie adolescente si no existiera un lado enemigo de personajes que no son fanáticos de Sabrina. En el elenco también encontramos al Sumo Sacerdote de la oscuridad, el Padre Blackwood que tiene planes propios para Sabrina; Prudence y las hermanas extrañas que juegan el papel de las chicas pesadas; y una mención muy especial para la Srta. Wardwell, un personaje muy, pero muy, particular en cuanto a secretos refiere.

Aquí, Sabrina no sólo tiene que pelear contra gente más poderosa que ella, la presentación de este personaje en el 2018 nos trae a una chica rebelde que se resiste a seguir con el establecimiento. Desafiando lo que es considerado adecuado o normal, como muchos otros adolescentes, sólo que en su caso, las fuerzas a las que se oponen son un poco más poderosas que las que muchos otros adolescentes enfrentan.

Como mencioné antes, Shipka entrega una actuación sobresaliente que muestra un gran rango a lo largo de los episodios. Sabrina es adorable, pero también está muy conflictuada, pues su cumpleaños 16 tiene demasiado peso en su vida. De igual forma, Miranda Otto y Lucy Davis ofrecen una interesante profundidad a lo que significa ser las tías y tutoras de una chica mitad bruja, mitad mortal. No sólo son personajes secundarios, ambas tienen sus dramas y misterios personales. Y en esta misma línea, Michelle Gomez roba cámara con su interpretación de Miss Wardwell, aunque no voy a profundizar en ello para no caer en spoilers innecesarios.

Otro elemento que me parece muy destacable es la normalidad con la que Aguirre-Sacasa y su equipo muestran al satanismo. Lo tratan como una parte normal de la vida de los personajes, siendo uno de los recursos narrativos que traen conflictos a la protagonista. Al final del día, la religión puede provocar todo tipo de ansiedad y más en la adolescencia donde todo parecer ser más complicado, así que encuentro sobresaliente el uso de esto para contar la vida de Sabrina Spellman, evitando caer en una serie de reglas absurdas/extrañas que no vendrían al caso.

Aunque se ha comentado que no hay planes de hacer un crossover entre CAOS y Riverdale, hay algunos elementos y menciones que nos recuerdan que suceden en el mismo universo, a un pueblo de distancia para ser más precisos. Pero fuera de esto, ambas comparten elementos visuales y sonoros oscuros o anacrónicos que las hacen sentir muy originales.

En Chilling Adventures utilizan música de bandas como The Velvet Underground, teléfonos con cable y televisores blanco y negro. Pero también existen los smartphones y algunas referencias culturales que sirven para darle una temporalidad al programa. Al igual que en su serie hermana, estos elementos están presentes como homenaje a la era en que este universo fue creado, pero le agregan contrastes para convertirlo en un mundo único.

Lo único que parece faltarle al programa es que, por lo menos en esta primera parte, a veces no encuentra el equilibrio adecuado entre horror y drama adolescente. Por momentos es demasiado tétrica y en otros no. Hay bastantes escenas que muchos podrían considerar terroríficas y es un gran acierto, pues desde el inicio el programa muestra que esa es su forma real. Pero para ser sostenible a futuro, requiere de un mejor balance, pues al final, ésta es una serie sobre Sabrina y no una serie del género de horror como tal.

VEREDICTO

Chilling Adventures of Sabrina entrega una primera parte que establece adecuadamente sus propias reglas y un universo muy rico. Es muy claro que el programa se benefició ampliamente de haber sido un original de Netflix, pues dudo que se hubieran logrado salir con la suya en un canal de TV con restricciones de tiempo y censura. Ahora que ya quedó establecido todo, la segunda parte pinta muy prometedora. Ojalá llegue pronto.

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