Son muy famosos, son icónicos. Pero todos muestran que son víctimas del relato que crearon con base en el modelo tradicional de ‘macho alfa’. He aquí la masculinidad tóxica a todo dar.
Don Draper (Mad Men)
Una infancia tortuosa, una identidad cambiada, nula inteligencia emocional. Comportamientos desapegados e incluso crueles con familiares y sus mujeres. Don, el famoso publicista de los 60, bajo ese traje, mucho whiskey y sordidez, solo se llega a encontrar luego de diez años después.
Gregory House (Dr. House)
Por lo menos el ‘Sherlock’ de Benedict Cumberbatch muestra cierta vulnerabilidad y cierta proclividad al sentimiento genuino. Con House este es un camino tortuoso, que de paso está encubierto por una imperiosa necesidad de desecharlos a todos bajo el criterio de la inteligencia.
Walter White (Breaking Bad)
De tener que proveer a toda costa, pasa a ambicionarlo todo sin importar el precio. Gradualmente da paso a su amor por el poder y eso destruye todo lo demás.
Ross Geller (Friends)
El típico hombre ‘bueno’ que parece amable en el exterior, pero que juzga a su pareja y a otros por sus elecciones o identidad. Rachel renuncia a su trabajo por él y es juzgada por este en todos los niveles. Sin contar el lamentable episodio en el que juzga a su niñero por ser demasiado ‘femenino’.
Chuck Bass (Gossip Girl)
Aunque tiene su personalidad compleja, todo lo adquiere con base en su poder ¿Cómo es que alguien que trata de violar a dos adolescentes en el primer capítulo pasa a ser el galán con el que muchas sueñan?
¿Falta alguno? No duden en escribir en Twitter a @luxandlan.
