
Por Jessica Celis Aburto
SCARLETH CÁRDENAS, 39 años. Periodista U. de Chile, egresada de Derecho, diplomada en Cine y Documentales, diplomada en Ciencias Políticas y estudios de opinión.
-Posición en la que juega: delantera.
-Juega fútbol desde los 5 años.
-Equipo de fútbol del que es hincha: Universidad de Chile, desde sus tiempos universitarios, porque «celebramos los triunfos y apoyamos –más que nunca– en las derrotas. De las caídas, aprendemos y nos hacemos más grandes».
-Jugadores que admira: Lionel Messi, porque su habilidad y talento le han ganado a su pequeña estatura y contextura física. Lo que no me gusta es cierta egolatría y egoísmo en la cancha, ni su «habilidad» para evadir impuestos (risas).
-Si fuera un jugador sería… Una extraña «cruza» entre el talento de Messi, la envergadura y fuerza de CR7, la alegría del «jogo bonito» de Neymar, y el esfuerzo y entrega de Alexis. Nada menos (risas).
«Empecé a jugar fútbol antes de Cristo… Apenas dejé de gatear. Nunca tuve Atari ni Nintendo. El mejor panorama era la pelota plástica de $100, que se nos reventaba al primer trancazo. Lo bueno: nunca rompí un vidrio y siempre amaré entrañablemente mi niñez de futbolista de cuneta. Nací en Purranque y crecí en Coquimbo. Cuando llegué por primera vez a la capital, a los 8 años, mi tío Carlos me llevó a cumplir el sueño de conocer el Estadio Nacional. Impresionante. Ese domingo jugaba Coquimbo con la Católica. El marido de mi mamá jugaba por el equipo pirata. Él –Fernando Huerta– me inculcó el amor por el fútbol, y ese día estaba en la defensa de Coquimbo. Casi al terminar el primer tiempo, la UC anotó un gol en off side. Mi tío Carlos me había comprado una banderita de Coquimbo, un sándwich de potito y una Coca Cola… Y ante la importancia por el gol mal validado, agarró mi botella casi llena, ¡y se la lanzó al árbitro! En ese momento, nos dimos cuenta que nadie más –salvo nosotros– éramos los únicos hinchas de Coquimbo. El resto del estadio nos «echó al agua» y dos carabineros nos sacaron «volando» del Estadio. Duré 43 minutos en el Nacional. Me pasé el resto de la tarde encerrada en un furgón policial y declarando en la comisaría de Ñuñoa. Lo único que pedí –en mi detención– fue una radio para escuchar el resto del partido. Esa tarde Coquimbo perdió injustamente 1×0 y, entre los empujones policiales, me quebraron mi banderita pirata y me despojaron de mi sándwich de potito. Llegué a mi casa en Maipú cerca de la 1 de la madrugada. Mi mamá estaba llorando y había llamado a todas las comisarías de Santiago. No olvidé más el nombre de ese árbitro saquero.
Mi sueño como futbolista es que en este país pequeño, algún día las mujeres futbolistas tengan el mismo respeto que reciben los hombres. El talento de ellos vale millones, graban comerciales de TV y tienen complejos deportivos. A las mujeres, los clubes no les pagan ni la plata de la micro. Van a entrenar y jugar por amor a la camiseta. Un amor que poca gente entiende. Con eso sueño, y es lo que quiero: valoración y respeto por la disciplina, el esfuerzo y el talento».
¿Qué consejo le darías a los jugadores de la Selección Chilena si fueras la entrenadora?
Les pediría corazón y camiseta. No va a ser fácil, pero cuando estás consciente de lo que representas, sueñas en grande y te esfuerzas. Pepe Rojas no puede quedar afuera. Adelante: Valdivia, Edu Vargas y Alexis. Quiero ver a la Selección de Chile madura y renovada, porque con el sueño del hincha no se juega.
BEATRIZ GUENDELMAN HALES, 24 años. Estudiante de medicina.
-Posición en la que juega: Defensa y medio campo
-Juega desde los 12 años.
-Equipo de fútbol del que es hincha: Colo Colo. Desde chica (4 años) me llevaban al estadio vestida completamente de futbolista. No entendía nada, sólo cantaba las canciones.
-Jugadores que admira: Me encantaba el Coto Sierra, por lo lindo. Ahora admiro a Luis Mena.
-Si fuera un jugador sería: Luis Mena, por su constancia y su compromiso con Colo Colo.
«Desde chica iba a ver a mi hermano Rafael a la Escuela de Fútbol de Colo Colo de Daniel Morón, y me gustaba jugar afuera mientras lo esperábamos. Además, mi familia desde siempre ha sido muy futbolera. Lo que más me gusta del fútbol es la energía del equipo, lo que se produce en la cancha.
Una vez hice un foul cuando estaba empezando a jugar, y como era tan chica y flaca, el árbitro no le creyó a la contrincante.
Mi sueño como futbolista es ir a ver el Mundial y que Chile gane».
NURY DISEGNI GILI, 39 años. Agrónoma.
-Posición en la que juega: En todas, pero últimamente de arquera.
-Juega fútbol desde el colegio.
-Equipo de fútbol del que es hincha: Ninguno, sólo de la selecciones de Chile, España y Uruguay.
-Jugadores que admira: A Messi, por su creatividad en la zona chica; impresionante. Alexis Sánchez y Arturo Vidal, porque son jugadores de esfuerzo, que sacan la cara por Chile en Europa. De los arqueros, me gusta mucho Claudio Bravo; cuando está en el arco siempre me da seguridad. Como plus, me fascina Diego Forlán, pero porque es guapo.
-Si fuera un jugador sería: Claudio Bravo.
«Empecé a jugar fútbol en el colegio, porque me gustan los deportes de equipo y estrategia. Me apasiona jugar en equipo. Pensar en una estrategia antes del partido implica conocer al rival y conocer bien a tus compañeras. Además, como arquera, tienes que dar seguridad y confianza a tu equipo, y eso me fascina.
En el colegio, que jugaba de defensa, me gritaban Astengo, porque podía pasar la pelota, pero jamás el jugador. Mi sueño como futbolista es ir a Brasil 2014 y jugar en la selección de babyfutbol femenina».
¿Qué consejo le darías a los jugadores de la Selección Chilena si fueras la entrenadora?
En la misma línea que la pregunta anterior, menos carrete, menos fashion y modelos, menos fama, más fútbol; que se acuerden que son la cara de Chile y que más de 17 millones de personas ponen su esperanza en ellos. Que sólo jueguen fútbol, pues es lo que mejor saben hacer.
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