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Resistencia a la insulina e infertilidad: una combinación maldita

Cerca de 350 mil parejas tienen problemas de infertilidad, y entre las causas se encuentra la resistencia a la insulina, que afecta a más del 40% de las mujeres, condición que se asocia al sobrepeso y a la obesidad.

 

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Por Carolina Palma F.

«La verdad es que jamás me di cuenta que tenía resistencia a la insulina. Aunque tuve un aumento de peso considerable que me llevó a tener 25 kilos demás, no me llegaba la regla y no estaba embarazada. Mi médico descubrió que sufría de ovario poliquístico, así que me mandó a hacer una serie de exámenes. Luego a la nutricionista, y ella textualmente me advirtió: ‘a mí no me importa si te queda bien un vestido; mi tema es que, si quedas embarazada, hay altas posibilidades de que no podrás llevar el embarazo a término’. Bueno, logré bajar con dieta y ejercicio muy constante, la resistencia a la insulina disminuyó y quedé embarazada, pero lamentablemente lo perdí. Ahora espero embarazarme pronto porque estoy con dieta rigurosa y ejercicio de nuevo», espera Magdalena Saavedra (39), a quien le descubrieron esta enfermedad hace tres años.

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Entre las causas más comunes de infertilidad femenina se encuentra la resistencia a la insulina, que afecta a más del 40%, condición que se asocia al sobrepeso y a la obesidad, especialmente la de tipo abdominal. Es absolutamente prevenible y fácil de tratar, pero esta combinación es bastante desconocida y ajena para quienes no la padecen o aún no intentan quedar embarazadas, y tienen sobrepeso. Recordemos que según la organización Queremos Ser Padres, la infertilidad afecta a más de 350 mil parejas de chilenos, es decir, de un 10 a un 15% de las parejas en edad reproductiva. Aproximadamente el 21% de los casos se deben a un factor masculino, 33% a uno femenino, 40% es de tipo mixto, y el resto (6%) es por causas desconocida.

RESISTENCIA A LA INSULINA

La doctora Sonia Villa, ginecóloga de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Monteblanco, estima que para entender esto es fundamental saber que la insulina es una hormona liberada por el páncreas, cuya función es mantener un flujo adecuado de glucosa en las células para que puedan usarla como energía y trabajar. «La insulinorresistencia es una respuesta disminuida de las células a niveles de insulina, que debieran ser suficientes para provocar esta respuesta; debido a ello el páncreas libera más insulina, buscando provocar la respuesta celular a su acción. Es por esto que la insulinorresistencia se asocia a niveles elevados de insulina en la sangre (hiperinsulinismo). Con el tiempo el páncreas se agota y comienza a liberar menos insulina, cayendo primero en intolerancia a la glucosa y, finalmente, en una Diabetes Mellitus tipo 2».

En definitiva la especialista explica que la insulina actúa en todas las células del cuerpo, incluyendo la células ováricas, lugar donde la insulina amplifica la acción de otra hormona, la luteinizante (LH), que promueve la producción de testosterona (hormona masculina) y que en concentraciones normales es fundamental para la producción de estrógeno y la ovulación. Cuando la respuesta a LH está aumentada (debido a la amplificación de su acción por la insulina), la ovulación no se produce de manera adecuada, llegando a provocar en algunos casos la anovulación (no ovulación). «Por otro lado, se ha descrito que el aumento en la acción de LH podría provocar la ovulación de óvulos ‘envejecidos’, con potenciales daños en su estructura, que pudieran provocar mayor proporción de embriones con alteraciones en sus cromosomas, los que a su vez son más frecuentemente abortados que embriones bien estructurados. Esto último no ha logrado ser demostrado».

Como debes imaginar, la mujer que logra un embarazo con insulinorresistencia es una embarazada de alto riesgo, ya que la insulinorresistencia se ha asociado a un aumento significativo del riesgo de hacer una diabetes gestacional con riesgos maternos y fetales, como macrosomía fetal (guaguas muy grandes), hipoglicemia al nacer, mayor riesgo de membrama hialina (que se produce por inmadurez en los pulmones de los recién nacidos), etcétera. Además, la hipertensión arterial –muy común en personas obesas– tiene efectos negativos conocidos en la perfusión uterina, asociándose a mayores tasas de aborto, restricción del crecimiento intrauterino, preeclampsia, desprendimiento de placenta normoinserta y parto de pretérmino.

EL ENEMIGO: LA OBESIDAD

Para el doctor Jaime García, nutriólogo de Clínica Avansalud (www.condiciónsaluble.cl), vivimos una verdadera epidemia de obesidad y sobrepeso, y por lo tanto, una de las consecuencias de este problema metabólico es la resistencia a la insulina. Se puede dar desde la menarquia, y si hay antecedentes genéticos además de obesidad, existe alrededor de un 80% de posibilidades de padecerla. Lo peor es que este cuadro es bastante frecuente, y es la principal causa de ovario poliquístico, que a su vez es causa de infertilidad en la mujer.

Primero es necesario estar alertas a los kilos aunque, si bien es muy poco frecuente, también se da en personas delgadas. «La mujer ve el sobrepeso y obesidad como un tema estético, y resulta que no va por ahí, sino que es una enfermedad crónica que produce muchas complicaciones, como resistencia a la insulina, que tiene prevalencia alta. Como todas las enfermedades crónicas, no da síntomas al principio; sin embargo en las mujeres hay algunos que deben ser tomados en cuenta, como que pese a que te cuides no bajes de peso, que tengas ovario poliquístico, manchas en los pliegues del cuello o de la axila (acantosis nigricans), fatiga, episodios de decaimiento o sudoración excesiva. A veces los síntomas son muy vagos, así que hay ir donde un nutriólogo para que trabaje en conjunto con el ginecólogo», explica García.

Es más, el experto asegura que muchos casos llegan a su consulta porque no quedan embarazadas, han recorrido diversas clínicas y se han hecho muchos exámenes, y resulta que el problema que tienen es que están excedidas de peso con resistencia a la insulina. Entonces, lo que hay que hacer es ordenar la alimentación, hacer exámenes, bajar de peso, y luego logran el embarazo. «La resistencia a la insulina tiene solución, pero hay que cuidarse para siempre», advierte el experto.

Sonia Villa también lo cree así: «En las pacientes con síndrome de ovario poliquístico, que se asocia frecuentemente a la insulinorresistencia, se ha visto que modificaciones en los estilos de vida pueden ser suficiente tratamiento para mejorar su potencial ovulatorio».

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