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Los resfríos son muy comunes en esta época del año, con frecuentes cambios de temperatura. Y no sólo afectan a los seres humanos, sino también a los animales. En especial, a los domésticos, que están más expuestos a las variaciones entre el ambiente cálido del interior de la casa y el frío del exterior.
Estornudos y tos son los principales síntomas que puede presentar un perro o un gato producto de un enfriamiento. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que la condición podría transformarse en algo más grave, según ha señalado María José Velez, médico veterinario de mascotasonline.cl.
En el caso de los perros, el resfrío podría ser un primer signo del temido distemper canino, que pone la vida en riesgo. Y en cuanto a los gatos, podría ser señal del llamado «virus de la rinotraqueítis felina», que suele desaparecer a los siete o diez días, aunque permanece por más tiempo en mascotas viejitas, con bajas defensas o muy jóvenes, en las que puede, incluso, resultar fatal.
Alertas
Cualquier enfermedad de una mascota, por mínima o insignificante que parezca ante los ojos de su dueño, debe ser tratada por un médico veterinario. Sólo este profesional puede diagnosticar y recetar un tratamiento para el animalito.
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Según María José Velez, por lo general, las señales que indican la necesidad de consulta son:
– Tos y estornudos.
– Decaimiento, inapetencia y/o fiebre.
– Postura encogida y tiritones.
– En los gatos, secreciones en la nariz, lagrimeo de ojos, enrojecimiento de éstos, estornudo constante y ronquido al respirar (que pueden indicar presencia del «virus de la rinotraqueítis felina»).
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