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¡Revive el erotismo! Siete claves para traer el deseo de vuelta a tu relación

 

 

 

Ezequiel López, destacado sexólogo argentino, nos responde.

 

Pasó el tiempo y él ya no te provoca lo de antes. Tranquila, no eres la única a la que vive un proceso así. «Hay teorías biológicas recientes que sostienen que los neurotransmisores relacionados con estados de enamoramiento y pasión (por ejemplo la dopamina) tienen concentraciones elevadas en el cerebro en los primeros tiempos de la relación. Ese período de «apasionamiento» se extiende (siempre de acuerdo a este enfoque) hasta unos cuatro años y medio. Luego predominan otras sustancias químicas como, por ejemplo, la oxitocina (también llamada la «hormona del cariño») disminuyendo la pasión y aumentando la ternura. De ahí que tantas parejas dicen cosas como ´’a esta altura ya somos como hermanos'», explica desde Argentina Ezequiel López.

A su vez plantea que psicológicamente también se produce un progresivo acostumbramiento a los estímulos eróticos relacionados con la pareja, cierta monotonía y el establecimiento de mecanismos habituales de relación erótica que la convierten en un acto bastante predecible o incluso aburrido.

¿Estamos perdidas? Pues bien el mismo experto señala que «Más allá de estas tendencias que notamos con bastante regularidad, hay parejas que desafían a la biología y a las tendencias psicológicas y del vínculo de pareja, logrando sostener y transformar la pasión a lo largo de las diferentes etapas de su relación». ¿Cuáles son las claves para revivir el erotismo? Para empezar hay que derribar mitos y luego hacer un «esfuerzo adicional».

 

1-. Cuando se puede revivir. Es posible siempre y cuando en esa pareja exista una química, una atracción erótica entre los dos. En esas parejas en las que ambos se eligieron a partir de otros factores como la estabilidad económica, la seguridad afectiva o la posibilidad de proyectar una familia pero desde el principio no hubo ni predominó la atracción erótica, las cosas son mucho más complicadas. También en los casos de parejas en crisis o con conflictos profundos sin resolver es complicado o inoportuno intentar revivir la pasión. Quizás tengan que pensar primero en una terapia de parejas.

 

2-. Somos diferentes. Si nos acotamos a la genitalidad, en general el varón tiene una mayor necesidad de esa forma de expresión del erotismo. No en vano se calcula que los varones tienen en promedio seis veces más orgasmos que las mujeres a lo largo de su vida. Si en cambio ampliamos esa definición, podríamos decir que el erotismo femenino es más fino, delicado y rico en detalles, variantes y formas de estimulación. Para ellas el placer sexual comienza mucho antes de entrar a la habitación, le dan una gran relevancia al contexto o escenario sexual, tienen intensas sensaciones distribuidas en diferentes zonas de su cuerpo y disfrutan de los cinco sentidos y todo juego que sea sugerente y active sus fantasías.

 

3-. Romper la rutina, ¡clave! Una pareja necesita desbloquear su «piloto automático» y ocuparse del erotismo y la intimidad entre los dos. Si dejan todo librado a las tendencias naturales y a la espontaneidad, es muy probable que la pasión se apague más o menos lentamente. Siendo concientes entonces de la necesidad de emprender determinadas acciones con el objetivo de enriquecer su erotismo, juega un rol fundamental la comunicación: hablar de sus fantasías, deseos, lo que activa la excitación y lo que la inhibe, cosas pendientes para hacer. Es necesario además no perder espacios de intimidad, necesarios para que se produzca el roce que enciende la llama del deseo y la pasión.

 

4-. Lo que ellos quieren. Aunque cada hombre tiene un mapa erótico singular y distinto a los otros, podemos decir que existen ciertas tendencias compartidas a erotizarse con determinados juegos como:

-Situaciones visuales, por ejemplo la mujer con una linda ropa interior, o con ciertos disfraces eróticos. También observar cuando ellas se masturban con sus dedos o utilizando algún juguete sexual.

-La actitud activa de la mujer tomando las riendas de la situación sexual es también para muchos hombres estimulante, salvo para aquellos que por creencias o inseguridad necesitan sentirse siempre dominantes en el sexo.

-El goce manifestado por la mujer por medio de gemidos, gritos o expresiones verbales está en el podio de las preferencias masculinas, ya que no sólo que provoca de por sí excitación sino que además los hace sentir viriles.

-Jugar con las fantasías mientras se mantienen relaciones sexuales es otra situación atractiva. Aunque no se animen a llevar a cabo ciertas ideas, el hecho de jugar en el momento a que están realizando esas fantasías es indudablemente muy erotizante.

 

5. Olvídate de…. La vida erótica está repleta de creencias erróneas que, a pesar de la hiperinformación que hoy existe, aún persisten. Podríamos hablar largo y tendido sobre esto, pero para ser breve creo que lo que más nos perjudica es toda la idea competitiva y exigente de una sexualidad que, en nuestra cultura, parece medirse por parámetros relacionados con el rendimiento sexual. El hombre con un pene grande, siempre erecto, eyaculación voluminosa y conocimiento de posturas amatorias excéntricas es el mejor amante. La mujer siempre deseante, que se excita rápidamente y tiene orgasmos múltiples y explosivos es la amante ideal. Sin embargo somos personas y no máquinas perfectas, que además tenemos la posibilidad de crear infinitas formas de dar y recibir placer que van mucho más allá de las situaciones antes mencionadas. Cada uno tiene un mapa erótico que debe descubrir y que indudablemente aparece nublado bajo las absurdas exigencias sociales de la posmodernidad.

 

6-. Revélate… La mujer tiene que darse permiso para expresar su sensualidad innata, lo que de por sí no es tan fácil considerando que las manifestaciones eróticas femeninas han sido reprimidas durante décadas y hasta no hace mucho tiempo.

 

Una vez que la mujer se siente libre de expresarse sexualmente, debe bucear en sus fantasías y descubrir de que manera y en que roles se siente más sexy. Indagar en los juegos eróticos, accesorios y lenguaje corporal con los cuales se siente más identificada y cómoda.

 

Algunas actividades pueden ser de ayuda en este trabajo de autoconocimiento y expresión de la propia sensualidad, por ejemplo: clases de teatro o danzas varias (como tango, salsa, lambada), expresión corporal, yoga, cursos de seducción y erotismo, lectura de libros de sexualidad femenina.

 

7-. En la práctica…
-Preparar el ambiente considerando los cinco sentidos: una temperatura agradable, música a gusto de los dos, aromas atractivos, unas lindas y suaves sábanas, algunas frutas y chocolates para compartir, una bebida alcohólica, aceites y accesorios para masajes, luz tenue.

-Variar la manera de comenzar la relación sexual, por ejemplo que tome la iniciativa quien no lo hace habitualmente o modificar el orden o la manera de realizar los juegos eróticos.

-Tener encuentros en donde se prolonguen al máximo de tiempo los juegos previos al coito.

-Dedicar un encuentro a besarse en los labios, solamente.

-En un encuentro estimularse con la boca y las manos en todo el cuerpo, logrando la satisfacción sexual de esa manera sin llegar a la penetración.

-Practicar diferentes posturas coitales variando el repertorio habitual, poniéndose como meta divertirse y buscar otras formas de placer sin pensar solamente en el orgasmo.

-En un encuentro uno de los dos es totalmente activo y dominante, mientras que el otro se debe dejar llevar por lo que se le propone. Otro día hacer un nuevo encuentro pero invirtiendo los roles.

-Visitar juntos un sex shop, conocer los diferentes juguetes eróticos y si alguno cumple con fantasías de los dos entonces incorporarlo.

-Tener relaciones sexuales en lugares y horarios no habituales.

-Sorprender al otro con un regalo erótico.

 

www.ezequiellopezperalta.com

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