El sueño, qué duda cabe, puede hacer milagros para curar nuestro cansancio y agotamiento, pero debemos tener claro que una buena postura a la hora de irnos a la cama también ayudará a que podamos enfrentar un nuevo día con más ánimo.
El Dr. Gilberto Mardones, traumatólogo de Clínica Avansalud, nos orienta acerca de los típicos errores nocturnos que cometemos y cómo se pueden remediar para evitar molestas consecuencias, como un sueño poco reparador, dolores y contracturas musculares, decaimiento y mal genio.
1.- Adoptar una buena postura. La posición fetal es la más recomendable y se logra flexionando columnas y rodillas. «Resulta ser la más adecuada y anatómica», comenta el Dr. Mardones.
2.- Contar con el colchón y almohada adecuados. El colchón que usemos debe estar acorde a nuestro peso y contextura y poseer la medida justa entre duro y blando para que nuestra columna quede recta. «El problema se agrava cuando duermen dos personas de distinto peso en una misma cama, pero si ambos tienen el mismo peso también hay dificultades, ya que mientras el hombre concentra el peso en el torso, la mujer lo hace en la pelvis», advierte el especialista. Para esto, la solución es adquirir un colchón con lados específicos para él y ella. Por su parte, la almohada no debe ser más ancha que el hombro, para que al acostarnos de lado el cuello continúe recto con la columna toráxica y lumbar.
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