Cuando Marrena Lindberg, autora del libro «La Mujer Multiorgásmica», investigó los factores químicos y fisiológicos que hacían que una mujer tuviese una mejor disposición a tener orgasmo, descubrió que la alimentación era esencial en el buen funcionamiento sexual. Y que la mala nutrición en la era moderna era uno de los culpables de las tantas disfunciones en esta materia que muchas mujeres sufren día a día. Y no se trata de un grupo menor. Según un estudio reciente, el 43% de las mujeres experimenta algún tipo de disfunción sexual, es decir, de 50 millones de mujeres sólo en Estados Unidos.
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Y es que para poder responder sexualmente, el organismo precisa de proteínas y determinadas grasas. Fue así como organizó una dieta especial para mejorar la vida sexual, la que ya fue previamente probada por un grupo de científicos norteamericanos, quienes se sorprendieron de cómo un método nutricional mejora la función sexual de las féminas.
¿De qué trata esta dieta? Primero, aumentar el consumo de Omega3 (aceite de pescado idealmente), lo que hará aumentar el nivel de la dopamina, un neurotransmisor que mejora la calidad sexual de la mujer y la libido. Además, el Omega 3 aumenta el zinc y magnesio, reduciendo la hormona globulina que está vinculada al sexo y mejora el flujo sanguíneo hacia la región genital, fortaleciendo el tono de los músculos vaginales.
Consume chocolate amargo, ya que también ayuda a aumentar los niveles de dopamina, lo que permite experimentar el placer sexual. Y elimina de tu dieta la cafeína, el tabaco, las hierbas estimulantes y las comidas a base de hidrato de carbono.
Por otra parte, es necesario aumentar el nivel de testosterona libre a través de mejoras en el consumo proteínico en la dieta (carnes, lácteos, frutos secos). No consumas proteína de soja, ya que ésta es negativa para tu libido, alterando los noveles hormonales. Y recuerda, la testosterona es esencial en nuestra vida sexual, ya que la ausencia o baja de ella produce falta de deseo, ausencia del placer sexual y la incapacidad de alcanzar un orgasmo.
Como ves, son cambios sutiles en tu composición nutricional diaria, pero que pueden provocar grandes efectos en tu vida si para ti el orgasmo es un tema del que preocuparse.
Lindberg asegura que después de dos meses de llevar esta dieta, tu sensibilidad habrá mejorado notoriamente, tardarás menos en lograr orgasmos y tu deseo y pasión aumentará.
Quizás te parezca descabellado, pero recuerda que tu organismo funciona como un reloj perfecto. Si falla una pieza, por pequeña que sea, deja de funcionar como corresponde y los coletazos de esas carencias son inimaginables. Cuida lo que comes no sólo por estética, sino que también por salud y placer.